Enrique:
¿Qué tal este año? ¿Tomaste las uvas? Yo este año no me salí de la norma, 12 uvas blancas peladas. En el tiempo y en la forma clásica, a campanada por uva, por si acaso no se debe
jugar con la tradición. Pero en
familia y bien tranquilos. Hasta este año se ha notado la crisis en cuestión de empezar el nuevo año. Otros años, era acabar las campanadas y la plaza estallaba en petardos y mini fuegos artificiales. A ver quien ganaba en ruido y explosiones. Un humo espeso dejaba un fuerte olor a pólvora que te hacía cerrar la ventana para no asfixiarte. Eso ya ha decaído, y después de un rato alguien tiró algún petardo que otro. En mi casa no es exactamente la crisis, sino que ya no les gusta, no les hace ninguna gracia gastar el dinero en eso. Si no lo veo, no lo creo. Hay que dejar a la gente que crezca y decida. Se suele madurar y dejar atrás cosas como ésta y otras.
Eso de las empresas y el desastre medioambiental que pretenden a costa de sacar dólares limpios de polvo y paja, despreciando los recursos naturales sólo espero que los aparte del poder. El poder se lo damos nosotros, y ellos nos están tomando el pelo. Se van a llevar una sorpresa cuando
Cantabria cambie de signo
político y aquí pierdan también la primacía. Y luego que no se quejen.
¿Cómo nos va a gustar perder libertad y que la emprendan con todos los pueblos de las provincias para favorecer a las multinacionales y el abuso del
capitalismo de esta manera tan despidada?. Ya lo pagarán.
¡
Feliz Año 2014 en este primer día del año!
Saludos cordiales.