El 26 de mayo de 1996 me recreaba en nuestras fuentes de incalculable valor para unas personas propias del lugar o venidas de otros lugares muy diferentes y que aman a Tardajos. Y por fin encontraba que esta pobre naturaleza merecía que alguien se acordase de ella.

Al mismo tiempo, vosotros, con unos fines demoledores, también fijábais vuestros intereses en ella. Mientras yo relacionaba el agua con la Virgen de las Aguas, con el Camino de Santiago, con el peregrino, con la Vida; vosotros la despreciabais para que el Impacto Medioambiental no surtiera efecto.

Desde entonces estamos enfrentados y sin conocernos personalmente. Cuando envenenábais las fuentes de Tardajos, envenenábais mi propia esencia.

Desde entonces mi poesía se ha hecho defensiva, amarga, triste; y por otra parte busca más y más a Dios, que todo lo puede, hyes el único ante el cual os podríais doblegar si de verdad fuéseis creyentes, si tuviérais un mínimo de conciencia, de sentimientos, de dignidad humana.