Es cierto que en Tardajos hubo un convento de frailes,
Colegio Seminario de los Padres Paúles de Tardajos, antes de ser cedido por un periodo de 50 años convertido en Residencia de Mayores, "Jardín Centro Residencial", concretamente. Los Paúles convirtieron en Apostólica, a su vez, la Casa-Palacio de los
Santo Domingo y Manrique, cedidos a esta congregación por el Arzobispado de
Burgos. Según iban muriendo los nobles iban cediendo sus bienes a la iglesia, y ésta fue depositaria de aquella herencia palaciega.
En Rabé, hoy en día hay un convento de monjas, que se dedicó a la
enseñanza de niñas y jóvenes durante muchos años, regentada por las Hijas de la Caridad, también filial de la obra de
San Vicente de Paúl. Actualmente sigue abierto el convento dedicado al retiro espiritual de monjas y seglares. El sábado próximo habrá un encuentro de seglares, que voluntariamente quieran ir a meditar sobre la fe, en forma de ejercicios espirituales.
En un principio creía que sólo era para monjas pero un día en que fui a recoger mis últimas almendras a Rabé, vi un grupito de jóvenes, y me acerqué a él. Resultaron ser profesores y profesoras de
colegios religiosos del Norte de
España, e incluso de Burgos. Me detuve un momento, y les serví un poco de guía, pues acababan de llegar. Decían, "ni un alma hay en Rabé"; claro, les dije porque los niños están en Tardajos estudiando, y los padres, trabajando en Burgos o en sus casas.
Les indiqué qué podrían ver, aunque las monjas ya les informarían, contactarían con el alcalde, etc..
Las Hijas de la Caridad se asentaron en Rabé gracias a un benefactor del pueblo, Don Baldomero, que en aquella época creyó que era necesario enseñar a la
mujer, bien para la vida contemplativa, o para educarla y formarla. De hecho muchas
mujeres de estos alrededores iban a estudiar al convento de Rabé. Unas se quedaban de monjas, y otras se incorporaban a la vida social de la época que les tocó vivir.
La frase "De Tardajos a Rabé Liberanos Domine" no tiene nada que ver con frailes y monjas sino de la ruta jacobea que pasa por ambos pueblos por donde discurre el
Camino de Santiago Francés. Los peregrinos se encomendaban a Dios y a los Santos por lo intrincado del camino. Grandes barrizales, lobos que causaban miedo y espanto, ladrones salteadores de caminos...
Algo tan pacífico, hoy día, en aquellos días era pura aventura o desventura. Nada que ver con el paseo actual de los peregrinos que discurre por una carretera comarcal compartida con el tráfico de todo tipo de vehículos, que circulando por la izquierda no hay ninguna pega.
Es que encima, el Camino de Santiago Francés, antiguo, iba por los campos a través. Todavía hay vestigios que lo testimonian, como una Cruz en medio de la Vega tardajeña.