Fui invitada de honor a conocer ese precioso pueblo italiano "Santa María A Monte, y en delegación oficial, en abril del 1999. Un viaje encantador, y pasé unos días de princesa de cuento de hadas.
En un habitación propia de las hadas de los bosques. Me levantaba temprano y tenía que abrir la ventana para descubrir una densa niebla que lo envolvía todo. Poco a poco cedía la niebla y el sol se abría paso entre las nubes para hacerse con el poder del día. Se acabaron tantas gotitas de agua disueltas en el aire, y el sol brillaba con gran alegría de haber ganado la batalla a las nubes.
Me alojé la primera noche en el hotel “El poeta” y no pude menos que escribir una poesía "Primavera Nueva".
Después nos llevaron a un hotel de ensueño en que los edificios tenía nombre de flores. Uno era la rosa, otro el geranio y así no tuve más remedio que hacer un cuento poema "Los amores de las Rosas".
Había una rosa que se había enamorado de un cisne y la rosa conversaba con las flores y los arbustos porque el cisne la despreciaba. Me quedó muy bonito el poema. Pero descubrí que los cisnes no son tan maravillosos como los pintan. Que vá. Son ariscos y violentos. Se pasaban muchos ratos rabiando con sus compañeros o compañeras. Por tanto la belleza quedó desmontada a mis ojos y me desengañé. Ya nunca más volvería a ser la misma.
Acudíamos a muchos eventos, vimos Lucca a fondo, que me encantó, Pisa y Florencia (por encima, y caminando ya que los autobuses no entran a la ciudad y por tanto poco pudimos ver de la grandiosidad de la ciudad) Pero me quedaron muy gratos recuerdos.
Lo mejor vendría a la vuelta cuando me propusieron escribir la crónica para Diario de Burgos. Me sentí anonadada. Yo escribiendo y además, Juan Angel Gozalo, el redactor por aquel entonces de la provincia, me decía que rápido. Y yo con las maletas todavía sin ordenar, y con los míos rabiando porque les había dejado una semana solos. Mi marido, mi suegra y mis dos hijos.
Pero lo hice y salió publicada mi crónica al día siguiente aunque con retoques pues yo anoté tanto que me lo tuvieron que resumir.
La pena fue que no tenía cámara digital. Las fotos la hizo el fotógrafo de la Diputación Provincial de Burgos, Santi y fueron las que Diario de Burgos publicó. Yo hice fotos pero para mi, que revelé, y que expuse el año pasado en la I Exposición sobre mis trabajos "Sonrisas y Lágrimas", en la " XVI fiesta de Exaltación de la Patata" de Tardajos".
Ambos poemas fueron expuestos también. Tuve intención de regalárselos a la delegación italiana pero ni siquiera hablé con ellos. Y como pasaron de mi, yo pasé de ellos.
Solo una concejala italiana, que yo no supe que lo era, se llevó mi programa, y estuvo viendo todo con atención.
Pero no hubo una sobremesa ni para tomarse un café...
No hubiera tenido sentido que después que nadie se interesara por quien había hecho los trabajos, hubiera irrumpido allí y a lo mejor hubiera sido considerada como una intrusa.
Lo dejé pasar y ahora lo cuento.
En un habitación propia de las hadas de los bosques. Me levantaba temprano y tenía que abrir la ventana para descubrir una densa niebla que lo envolvía todo. Poco a poco cedía la niebla y el sol se abría paso entre las nubes para hacerse con el poder del día. Se acabaron tantas gotitas de agua disueltas en el aire, y el sol brillaba con gran alegría de haber ganado la batalla a las nubes.
Me alojé la primera noche en el hotel “El poeta” y no pude menos que escribir una poesía "Primavera Nueva".
Después nos llevaron a un hotel de ensueño en que los edificios tenía nombre de flores. Uno era la rosa, otro el geranio y así no tuve más remedio que hacer un cuento poema "Los amores de las Rosas".
Había una rosa que se había enamorado de un cisne y la rosa conversaba con las flores y los arbustos porque el cisne la despreciaba. Me quedó muy bonito el poema. Pero descubrí que los cisnes no son tan maravillosos como los pintan. Que vá. Son ariscos y violentos. Se pasaban muchos ratos rabiando con sus compañeros o compañeras. Por tanto la belleza quedó desmontada a mis ojos y me desengañé. Ya nunca más volvería a ser la misma.
Acudíamos a muchos eventos, vimos Lucca a fondo, que me encantó, Pisa y Florencia (por encima, y caminando ya que los autobuses no entran a la ciudad y por tanto poco pudimos ver de la grandiosidad de la ciudad) Pero me quedaron muy gratos recuerdos.
Lo mejor vendría a la vuelta cuando me propusieron escribir la crónica para Diario de Burgos. Me sentí anonadada. Yo escribiendo y además, Juan Angel Gozalo, el redactor por aquel entonces de la provincia, me decía que rápido. Y yo con las maletas todavía sin ordenar, y con los míos rabiando porque les había dejado una semana solos. Mi marido, mi suegra y mis dos hijos.
Pero lo hice y salió publicada mi crónica al día siguiente aunque con retoques pues yo anoté tanto que me lo tuvieron que resumir.
La pena fue que no tenía cámara digital. Las fotos la hizo el fotógrafo de la Diputación Provincial de Burgos, Santi y fueron las que Diario de Burgos publicó. Yo hice fotos pero para mi, que revelé, y que expuse el año pasado en la I Exposición sobre mis trabajos "Sonrisas y Lágrimas", en la " XVI fiesta de Exaltación de la Patata" de Tardajos".
Ambos poemas fueron expuestos también. Tuve intención de regalárselos a la delegación italiana pero ni siquiera hablé con ellos. Y como pasaron de mi, yo pasé de ellos.
Solo una concejala italiana, que yo no supe que lo era, se llevó mi programa, y estuvo viendo todo con atención.
Pero no hubo una sobremesa ni para tomarse un café...
No hubiera tenido sentido que después que nadie se interesara por quien había hecho los trabajos, hubiera irrumpido allí y a lo mejor hubiera sido considerada como una intrusa.
Lo dejé pasar y ahora lo cuento.