Ella lo había decidido y ahí estaba montada en un camión junto a otras patatas como ella, pero sin tanta historia. Su familia no le perdonaría nunca si llegada la hora, no estuviera ahí para rendir los honores a tan estupenda fiesta. ¿Lo estaba tirando todo por la borda? Si, a veces, presentía que algo así sucedería, pero contaba el minuto, y en esos instantes era feliz. Una patata en busca de nuevas aventuras, y nada mas.