FINAL DEL PREGÓN...

FINAL DEL PREGÓN

Repasé estos días algunos libros de cocina y en todos ellos la patata está presente permanentemente. Más de un centenar de recetas como centro y a poca diligencia que se preste no veo difícil conseguir un plato de patatas distinto para cada día del año.

No puedo evitar ahora el elogio de las patatas a la importancia, un plato sublime en muchas mesas burgalesas. Por cierto no creo que nadie lo haga como mi madre, en el que se utilizan todos los instrumentos de la cocina para fregar luego hasta hartarse y al que hay que dedicar horas, paciencia y mucho esmero, freír, amasar, volver a freír, guisar,... un arte de cocina modesta que e convierte en sublime.

Y la excursión por la patata no puedo dejar de mencionar las seis acepciones adicionales que el reciente diccionario de Seco ha localizado:

* No saber una patata de algo (de patatas, por ejemplo).

* Padecer por un reloj que es una patata.

* Pasar una patata caliente a un compañero de trabajo, un amigo o un pariente.

* Jugar al corro de la patata.

* Tener que comerse un encargo con patatas porque el cliente no quiere el pedido o no hay quien lo encuentre.

* Incluso algunos empleaban en el ejército para calificar un cara: "Ese es un chusquero o patatero.

En todos los casos la modesta patata sirve al lenguaje común con humildad, sentido generoso y democrático.

GRACIAS, FERNANDO POR HABER SIDO TAN PREVISOR EN DEJARNOS ESTE DOCUMENTO.

SALUDOS Y FELIZ DÍA FESTIVO