DIARIO DE BURGOS
Aranda | Medio Ambiente
Una arandina exige el cambio de la normativa de pesca de cangrejos
N. L. V. / Aranda - lunes, 09 de julio de 2012
Ma Ángeles Pastor ha iniciado, junto familiares y amigos, una recogida de firmas para que no se obligue a matar a los animales en la zona de pesca, ya que puede convertirlos en tóxicos
Sin detenerse a pensar que para lograr su empeño deberá enfrentarse a la enorme maquinaria de la Administración autonómica, o precisamente por ello, la arandina Mª Ángeles Pastor se ha embarcado en una cruzada burocrática con el objetivo de lograr que se modifique la normativa regional que regula la pesca del cangrejo de río y evitar que una actividad tan extendida como la recogida del crustaceo y su degustación pueda ser una práctica de riesgo para la salud de los castellanoleoneses.
Para ello, y con el único respaldo de su familia y algunos amigos, ha iniciado una recogida de firmas para demostrar a la Junta que su petición está avalada por la ciudadanía e intentar que, con ello, se atienda. Una iniciativa que, en principio, realizaba solo en la capital ribereña, aunque ha empezado a extenderse por otros municipios ribereños e, incluso, ha recibido ya peticiones de pliegos de otros puntos, como la capital.
Las alarmas se le dispararon a esta arandina aficionada a la pesca del cangrejo de toda la vida -«mi abuelo me llevaba ya cuando era niña», recuerda- cuando, el pasado el 1 de junio, la Junta publicó la norma que regula esta práctica. En ese momento se percató de que se obliga a dar muerte a los ejemplares capturados antes de abandonar la zona de pesca. Sin embargo, alerta Mª Ángeles, esta obligación puede tener consecuencias negativas para la salud ya que, entre 20 minutos y media hora después de morir, menos de lo que cualquiera puede tardar en llegar a su casa, empiezan a generar una sustancia que puede tener consecuencias negativas para la salud del consumidor. «No hay más que darse cuenta de que cuando los compramos en la pescadería, si hay algún cangrejo muerto, no te lo venden. Tienes que matarlo tú al cocinarlo», argumenta, señalando que lo paradójico es que si te ‘pillan’ llevándotelos sin haberlos matado las sanciones pueden oscilar entre los 500 y los 5.000 euros.
PEREGRINAJE INSTITUCIONAL
En ese momento inició un peregrinar por departamentos de Sanidad y Medio Ambiente en un intento infructuoso por que se corrija lo que considera un error. Aunque ha conseguido que de forma oficiosa, y nunca por escrito, algún técnico le reconozca que sus temores tienen fundamento, no ha logrado que se modifique.
A su juicio, el error puede estribar en que la normativa se ha redactado por personal no conocedor de la materia y podría solucionarse con preguntar a trabajadores con más conocimientos, como los agentes medioambientales. No obstante, considera que aún se está a tiempo para rectificar ya que el periodo para la pesca del cangrejo durará hasta el 30 de septiembre. Por ello, advierte de que no prolongará demasiado la recogida de firmas, para intentar que la modificación se haga aún en esta campaña. Si no, confía en que, por lo menos, el año próximo se atienda su petición.
Aranda | Medio Ambiente
Una arandina exige el cambio de la normativa de pesca de cangrejos
N. L. V. / Aranda - lunes, 09 de julio de 2012
Ma Ángeles Pastor ha iniciado, junto familiares y amigos, una recogida de firmas para que no se obligue a matar a los animales en la zona de pesca, ya que puede convertirlos en tóxicos
Sin detenerse a pensar que para lograr su empeño deberá enfrentarse a la enorme maquinaria de la Administración autonómica, o precisamente por ello, la arandina Mª Ángeles Pastor se ha embarcado en una cruzada burocrática con el objetivo de lograr que se modifique la normativa regional que regula la pesca del cangrejo de río y evitar que una actividad tan extendida como la recogida del crustaceo y su degustación pueda ser una práctica de riesgo para la salud de los castellanoleoneses.
Para ello, y con el único respaldo de su familia y algunos amigos, ha iniciado una recogida de firmas para demostrar a la Junta que su petición está avalada por la ciudadanía e intentar que, con ello, se atienda. Una iniciativa que, en principio, realizaba solo en la capital ribereña, aunque ha empezado a extenderse por otros municipios ribereños e, incluso, ha recibido ya peticiones de pliegos de otros puntos, como la capital.
Las alarmas se le dispararon a esta arandina aficionada a la pesca del cangrejo de toda la vida -«mi abuelo me llevaba ya cuando era niña», recuerda- cuando, el pasado el 1 de junio, la Junta publicó la norma que regula esta práctica. En ese momento se percató de que se obliga a dar muerte a los ejemplares capturados antes de abandonar la zona de pesca. Sin embargo, alerta Mª Ángeles, esta obligación puede tener consecuencias negativas para la salud ya que, entre 20 minutos y media hora después de morir, menos de lo que cualquiera puede tardar en llegar a su casa, empiezan a generar una sustancia que puede tener consecuencias negativas para la salud del consumidor. «No hay más que darse cuenta de que cuando los compramos en la pescadería, si hay algún cangrejo muerto, no te lo venden. Tienes que matarlo tú al cocinarlo», argumenta, señalando que lo paradójico es que si te ‘pillan’ llevándotelos sin haberlos matado las sanciones pueden oscilar entre los 500 y los 5.000 euros.
PEREGRINAJE INSTITUCIONAL
En ese momento inició un peregrinar por departamentos de Sanidad y Medio Ambiente en un intento infructuoso por que se corrija lo que considera un error. Aunque ha conseguido que de forma oficiosa, y nunca por escrito, algún técnico le reconozca que sus temores tienen fundamento, no ha logrado que se modifique.
A su juicio, el error puede estribar en que la normativa se ha redactado por personal no conocedor de la materia y podría solucionarse con preguntar a trabajadores con más conocimientos, como los agentes medioambientales. No obstante, considera que aún se está a tiempo para rectificar ya que el periodo para la pesca del cangrejo durará hasta el 30 de septiembre. Por ello, advierte de que no prolongará demasiado la recogida de firmas, para intentar que la modificación se haga aún en esta campaña. Si no, confía en que, por lo menos, el año próximo se atienda su petición.