Buenos días:
quizás que este poema sea como una introducción pero el día que lo hice fue un poema en sí y por que si.
¡Me queda tanto tiempo para remodelar mis poemas, o dejarlos, acortarlos o alargarlos...!
Me siento inmensamente afortunada por tener la palabra, y poder entretejer las palabras formando todo tipo de discursos, poemas, escritos, textos... Por tener opinión y exponerla. Lo voy a seguir haciendo tras este lapso veraniego, y a pocos días de la entrada del otoño.
¡Qué sequía y qué asombro me causan las zarzas, repletas de frutos oscuros y dulces que vienen porque si, y sin preguntar a nadie, si es tiempo o no.
Los rojos frutos de los majuelos y los escaramujos que dan al paisaje un colorido fantástico, en medio de tanta necesidad de agua.
Se ve que un día tomaron toda la que necesitaron y ahora simplemente aparecen a nuestra vista, en el esplendor del otoño, a punto de iniciarse una nueva estación en nuestras vidas. Que nunca será la misma pues nosotros también cambiamos por una u otra circunstancia.
Estamos a las puertas del otoño, lo queramos o no.
Cambio de estación, y mis uñas están horrorosas, con mas capas que el hojaldre pastelero.
Así que ya he empezado esta mañana a poner remedio, y a tomar un poco de hierro rezagado, pero al uso, que tenía entre mis medicamentos. Me suele pasar en los cambios de estación, y mis uñas me indican los bajos índices de minerales de mi organismo.
Me conozco, que es lo bueno, y así puedo aplicar los remedios que sé que me vienen bien.
Otro de mis remedios para el tedio y la apatía, es la participación ciudadana, de la que siempre he hecho gala. Y por mi retina, Dios lo sabe, nunca se ha discriminado a nadie. Para todos he tenido siempre, y para todos seguiré teniendo. Guste o no guste.
¡Qué le vamos a hacer si nunca llueve a gusto de todos, y lo peor, es que últimamente, ni siquiera llueve, que es lo malo!
Saludos
quizás que este poema sea como una introducción pero el día que lo hice fue un poema en sí y por que si.
¡Me queda tanto tiempo para remodelar mis poemas, o dejarlos, acortarlos o alargarlos...!
Me siento inmensamente afortunada por tener la palabra, y poder entretejer las palabras formando todo tipo de discursos, poemas, escritos, textos... Por tener opinión y exponerla. Lo voy a seguir haciendo tras este lapso veraniego, y a pocos días de la entrada del otoño.
¡Qué sequía y qué asombro me causan las zarzas, repletas de frutos oscuros y dulces que vienen porque si, y sin preguntar a nadie, si es tiempo o no.
Los rojos frutos de los majuelos y los escaramujos que dan al paisaje un colorido fantástico, en medio de tanta necesidad de agua.
Se ve que un día tomaron toda la que necesitaron y ahora simplemente aparecen a nuestra vista, en el esplendor del otoño, a punto de iniciarse una nueva estación en nuestras vidas. Que nunca será la misma pues nosotros también cambiamos por una u otra circunstancia.
Estamos a las puertas del otoño, lo queramos o no.
Cambio de estación, y mis uñas están horrorosas, con mas capas que el hojaldre pastelero.
Así que ya he empezado esta mañana a poner remedio, y a tomar un poco de hierro rezagado, pero al uso, que tenía entre mis medicamentos. Me suele pasar en los cambios de estación, y mis uñas me indican los bajos índices de minerales de mi organismo.
Me conozco, que es lo bueno, y así puedo aplicar los remedios que sé que me vienen bien.
Otro de mis remedios para el tedio y la apatía, es la participación ciudadana, de la que siempre he hecho gala. Y por mi retina, Dios lo sabe, nunca se ha discriminado a nadie. Para todos he tenido siempre, y para todos seguiré teniendo. Guste o no guste.
¡Qué le vamos a hacer si nunca llueve a gusto de todos, y lo peor, es que últimamente, ni siquiera llueve, que es lo malo!
Saludos