LA PLAZA MAYOR DE CIRUELOS DEL PINAR
Este fue el pueblito de mi infancia donde tenían lugar sus interminables juegos, o tertulias, o cuenta cuentos por nosotros mismos, sentados a la luz de las farolas, en los bancos, en las cálidas o templadas noches de verano del alto Tajo.
¿Podéis imaginar una plaza como esta llena de niños y niñas de todas las edades?
Os puedo asegurar que existió.
O unos jardines en miniatura, donde las niñas, sobre todo, jugábamos a las muñecas, y las olvidábamos algunas veces..., tan enfrascadas como estábamos en el siguiente juego del Balón Prisionero...
Algo así me acaeció una vez.
Este fue el pueblito de mi infancia donde tenían lugar sus interminables juegos, o tertulias, o cuenta cuentos por nosotros mismos, sentados a la luz de las farolas, en los bancos, en las cálidas o templadas noches de verano del alto Tajo.
¿Podéis imaginar una plaza como esta llena de niños y niñas de todas las edades?
Os puedo asegurar que existió.
O unos jardines en miniatura, donde las niñas, sobre todo, jugábamos a las muñecas, y las olvidábamos algunas veces..., tan enfrascadas como estábamos en el siguiente juego del Balón Prisionero...
Algo así me acaeció una vez.