Noemí: ...

Noemí:
no estaba ya segura que año fue esa excursión, no fue en el 2009, sino en el 2010. Ahora hasta las nuevas tecnologías te ayudan a tener mas memoria ya que las fotos la tienen impresa. 20 de junio de 2010, e incluso la hora.

Esta visita cultural me inquietó hasta lo más hondo, pues me comunicó la fuerza de los poetas. Las premoniciones... que a veces hacemos. Es muy fuerte, porque a mi misma me ha pasado predecir con diez días, pero anticipándome a los hechos.

Y lo malo, es que todo no se ha acabado. Cuando visité el Lago de Sanabria fui confirmando paso por paso, dónde residen los fracasos, y llegué a la conclusión, que en la falta de honradez. No había duda. Donde no hay buenas prácticas y limpieza, y encima oscuridad... no puede salir nada bien.

Me volví a comprar de nuevo el libro de San Manuel Bueno y Mártir de Unamuno, que en una ocasión lo presté en Madrid y no me lo devolvieron. Lo volví a recordar en algunas citas y en las historias que nos explicaron. Y ese día me di cuenta de lo importante que es tomarnos el mundo en serio pero con buen humor, para nuestro propio beneficio. Que la amargura es lo peor que puede haber.

¡Me doy cuenta que he aprendido tanto visitando lugares y conectando con lo que un día aprendí!

No sé que me pasa cuando voy a un sitio nuevo, es como si abriese bien los ojos y me empapase de lo que veo. Resulta que hay conexión con otras circunstancias, o al menos le encuentras lo coincidente. Somos humanos, y cometemos los mismos fallos en muchos sitios. Y no será por no avisar, pero nadie te cree; y luego, ya no hay remedio.

Sigo revisando papeles de entonces y es que es muy deprimente que el engaño te intente cegar los ojos.

Esta noche no me he podido quitar la pesadumbre de ver una balsa en gris, con un sol a punto de irse y yo allí midiendo y repasando detalles. A la vista de todo el mundo. ¿Qué pasa que pasamos de todo?
Yo me niego a que un abogado legalice lo que no tiene ni pies ni cabeza ya, y de la misma manera, con un cuento que pasma.
¿Todo porque es un niño de papá que en su vida tuvo que comprar un peine y le proveyeron de despacho sabiendo poco y cobrando mucho?
¿Que soportásemos amigos del infierno y que tengamos que seguir soportándolos?
No es de recibo. Debo seguir escribiendo.