CUANDO LA REALIDAD, EN REALIDAD NO ES TAL, SINO UNA MERA REPRESENTACIÓN
Tengo que reconocer que aquí se ha estado durante mucho tiempo representando un papel. Y yo he sido una espectadora, convencida de que era realidad; pero un día te das cuenta de que esto era puro teatro. Y no hay mas que mirar por todos lados para comprobarlo.
La cruda realidad es que si una vez los bárbaros nos invadieron tras los romanos, éstos, se han hecho los dueños del terreno. ¿Serán descendientes de los Unos, los Vándalos o los Alanos que aprendía en los libros de texto en mi colegio de Maranchón (Guadalajara)?
Pero mira hay facilitar el terreno a los investigadores futuros de esta cruda realidad, y poner lo que ahora se tiene como cierto. Es que si no luego, con el paso del tiempo, se empieza a especular, que si pudo ser por esto, o por lo otro, o por lo más allá.
Hoy los datos están impresos en el paisaje, y en las actuaciones, que deberían haber sido un modelo y no lo son, sino signos de barbarie que están a la vista de todo el mundo. Si mi cámara, que es de lo más sencillo del mundo lo ha captado, no quiero ni pensar qué podría haber captado una profesional y por un profesional, y no por una aficionada y amante de la naturaleza. Y a lo mejor, hoy día, ahí puede residir el encanto del desencanto.
En homenaje a la buena representación a la que he asistido, unos versos del clásico castellano, José Zorrilla.
Tengo que reconocer que aquí se ha estado durante mucho tiempo representando un papel. Y yo he sido una espectadora, convencida de que era realidad; pero un día te das cuenta de que esto era puro teatro. Y no hay mas que mirar por todos lados para comprobarlo.
La cruda realidad es que si una vez los bárbaros nos invadieron tras los romanos, éstos, se han hecho los dueños del terreno. ¿Serán descendientes de los Unos, los Vándalos o los Alanos que aprendía en los libros de texto en mi colegio de Maranchón (Guadalajara)?
Pero mira hay facilitar el terreno a los investigadores futuros de esta cruda realidad, y poner lo que ahora se tiene como cierto. Es que si no luego, con el paso del tiempo, se empieza a especular, que si pudo ser por esto, o por lo otro, o por lo más allá.
Hoy los datos están impresos en el paisaje, y en las actuaciones, que deberían haber sido un modelo y no lo son, sino signos de barbarie que están a la vista de todo el mundo. Si mi cámara, que es de lo más sencillo del mundo lo ha captado, no quiero ni pensar qué podría haber captado una profesional y por un profesional, y no por una aficionada y amante de la naturaleza. Y a lo mejor, hoy día, ahí puede residir el encanto del desencanto.
En homenaje a la buena representación a la que he asistido, unos versos del clásico castellano, José Zorrilla.