Al saber todo ello, quise ir a ver el estado de la balsa y me quedé atónita con lo que vi.
Y lo que sigo viendo. ¿Cómo es posible que las farolas estén rotas, segadas, algunas desde al base, una vi dentro. Quizás haya mas, pero no se ve nada pues el agua está muy sucia.
Zarzas, cardos, cuadros eléctricos arrancados de cuajo.
Todavía me acuerdo de aquella crónica que hice, en la que los niños visitaron la balsa con una profesora... y todos quedamos maravillados.
O cuando el regadío sacó a relucir la calzada romana, o cuando se quejaron los regantes de que los terrenos de la autovía se entrometían en sus límites. ¿Y para qué, para volver otro día y encontrarme todo desguazado?. Me parece hasta milagroso que se haya regado en la anterior temporada.
Volver a poner todo como estaba, supondría otro regadío nuevo. ¿Y quien va a avalar estas obras de nuevo cuando lo anterior no se ha pagado?
A costa de los sufridos propietarios que parece que todo lo aguantamos. Porque las expectativas son que se siga gastando y luego ya lo pagarán los del común, los que no tienen voz ni voto, pero si se admite de ellos la pasta para financiarlo.
Voy a dejar el tema, y si tengo que poner algo al respecto será basándome en mis escritos, como era en un principio. Que no es ni la sombra de lo que fue.
¡Regar en horas valle, qué novedoso y qué poco se ha aprovechado. Lo barato que iba a suponer!
¿A qué mujer se nos iba a haber pasado no recurrir a la garantía? A ninguna.
¿Dónde están reflejadas las partidas presupuestarias de las obras, junto con las subvenciones recibidas?
Esta es la película de lo que el viento se llevó.
Si hubieran podido ocultar el estado de la balsa, también lo habrían hecho, pero hay cosas que es imposible ocultar.
Y lo que sigo viendo. ¿Cómo es posible que las farolas estén rotas, segadas, algunas desde al base, una vi dentro. Quizás haya mas, pero no se ve nada pues el agua está muy sucia.
Zarzas, cardos, cuadros eléctricos arrancados de cuajo.
Todavía me acuerdo de aquella crónica que hice, en la que los niños visitaron la balsa con una profesora... y todos quedamos maravillados.
O cuando el regadío sacó a relucir la calzada romana, o cuando se quejaron los regantes de que los terrenos de la autovía se entrometían en sus límites. ¿Y para qué, para volver otro día y encontrarme todo desguazado?. Me parece hasta milagroso que se haya regado en la anterior temporada.
Volver a poner todo como estaba, supondría otro regadío nuevo. ¿Y quien va a avalar estas obras de nuevo cuando lo anterior no se ha pagado?
A costa de los sufridos propietarios que parece que todo lo aguantamos. Porque las expectativas son que se siga gastando y luego ya lo pagarán los del común, los que no tienen voz ni voto, pero si se admite de ellos la pasta para financiarlo.
Voy a dejar el tema, y si tengo que poner algo al respecto será basándome en mis escritos, como era en un principio. Que no es ni la sombra de lo que fue.
¡Regar en horas valle, qué novedoso y qué poco se ha aprovechado. Lo barato que iba a suponer!
¿A qué mujer se nos iba a haber pasado no recurrir a la garantía? A ninguna.
¿Dónde están reflejadas las partidas presupuestarias de las obras, junto con las subvenciones recibidas?
Esta es la película de lo que el viento se llevó.
Si hubieran podido ocultar el estado de la balsa, también lo habrían hecho, pero hay cosas que es imposible ocultar.