Y por fin llegó el día en que tuvieron que vestir de...

Y por fin llegó el día en que tuvieron que vestir de gala el regadío. Llegaron las autoridades y se hicieron fotos en la balsa. Hoy, yo misma les invitaría a que se la volviesen a hacer, porque "in situ", se ve mejor el resultado final.

Tuve la suerte, de ir en el coche de los reporteros, por pura casualidad. Que bien lo sé. Pero estuve, ya que los reporteros me lo permitieron, tanto él, como ella, la fotógrafa oficial y la conductora del vehículo. Y lo vi de espectadora, que me sentí como si hubiera sido una anfitriona por el honor de dejarme compartir aquellos acontecimientos.

En este artículo no intervine para nada; pero si en el siguiente. Una debe saber esperar su turno. Al menos, así lo he aprendido.