Perdón, quise decir, comparar no comprar. Comparar...

Como decía, tuvo que intervenir el personal de protección civil, ya que un niño, vestido de cofrade con su saya larga y su cucurucho en la cabeza se desmayó. Estuvo un buen rato en el suelo y casi se lo llevan en una camilla pero el muchacho, poco poco se restableció, abrió sus ojos y se lo llevaron a su casa a descansar. O al hospital a hacerle un reconocimiento. No me pareció ético hacerle la foto pero si estuve al tanto hasta ver que se recuperaba. El alcalde también acudió - que no sabía quien era todavía - pero que estaba por allí disponiendo hasta por donde podría venir la ambulancia.
Si hubiera sido un día de calor, lo hubiera visto normal que se desmayase; pero quizás fuesen los nervios o una bajada de tensión... no se puede saber qué le pasó al muchacho, aunque sus padres si se llevaron un mal rato.

Perdón, quise decir, comparar no comprar. Comparar el espíritu comercial de un ferrolano o de un burgalés. NI POR ASOMO TIENE PUNTO DE COMPARACIÓN. No me gustan las generalidades, pero por regla general, ellos tienen más espíritu comercial o ganas de vender que los de Burgos.

Tienen una amabilidad que aquí no se ve. Puede ser cuestión de clima, puede ser, pero es. Ni un témpano de hielo es tan frío como aquí algunas veces algunos que conozco o que no conozco y a veces he preguntado algo, y no solo no me han contestado sino que parecía que se les debía algo por el mero hecho de dirigirte a ellos.

Y allí, cualquier vendedora o tendero sabe muy bien su oficio.