Con el colegio recorrimos mucho mundo y lo pasamos en esa ocasión muy bien en compañía de los profesores que tanto nos enseñaron, para con nuestros hijos e incluso para nosotros mismos. De todo se aprende en la vida, a poco que pongas un poco de atención y le eches ganas.
Saludos y buenas noches
Recuerdo que hice una crónica enorme y luego me publicaron esto, pero no encuentro aquella crónica. El recuerdo que se me quedó vivamente clavado fue un tejo de muchos años.
Saludos y buenas noches
Recuerdo que hice una crónica enorme y luego me publicaron esto, pero no encuentro aquella crónica. El recuerdo que se me quedó vivamente clavado fue un tejo de muchos años.
DE VALDELATEJA A PESQUERA DE EBRO
El Centro Escolar "Petra lafont" de Tardajos inicia el curso con una actividad de senderismo en que padres, alumnos y su directora, Trinidad Antón, se encaminan por el Cañón del Ebro, siguiendo el curso del mismo río.
La Ruta se toma en Valdelateja dejando al Rudrón al amparo de sus tranquilas y soñolientas aguas en paz y sosiego.
El día acompañó nuestra marcha con entusiasmo y claridad otoñal, iluminando el entorno paradisíaco formado por quejigos, arces, alisos, madroños, acebos y tejos. Quedaban vestigios de espliego, tomillo, mejorana, brezo zarzamoras, ya caducas.
Frutos otoñales ponían pinceladas de color rojo: las majuelas y escaramujos, festoneando nuestro recorrido para dar más variedad a los tonos encontrados ya.
Las transparencias del agua reflejaban los verdes, ocres, las hojas amarillas, y marrones ya caídas; y mezcladas con la tierra, otras cayendo o casi a punto e separarse de su árbol.
Mirando a lo alto, podíamos divisar balcones o terrazas de árboles y rocas, que son refugio de aves rapaces, como buitres y águilas que conviven con las garzas reales. También ellos contemplaban nuestros pasos por el valle profundo y lejano, a su majestuosidad.
El Centro Escolar "Petra lafont" de Tardajos inicia el curso con una actividad de senderismo en que padres, alumnos y su directora, Trinidad Antón, se encaminan por el Cañón del Ebro, siguiendo el curso del mismo río.
La Ruta se toma en Valdelateja dejando al Rudrón al amparo de sus tranquilas y soñolientas aguas en paz y sosiego.
El día acompañó nuestra marcha con entusiasmo y claridad otoñal, iluminando el entorno paradisíaco formado por quejigos, arces, alisos, madroños, acebos y tejos. Quedaban vestigios de espliego, tomillo, mejorana, brezo zarzamoras, ya caducas.
Frutos otoñales ponían pinceladas de color rojo: las majuelas y escaramujos, festoneando nuestro recorrido para dar más variedad a los tonos encontrados ya.
Las transparencias del agua reflejaban los verdes, ocres, las hojas amarillas, y marrones ya caídas; y mezcladas con la tierra, otras cayendo o casi a punto e separarse de su árbol.
Mirando a lo alto, podíamos divisar balcones o terrazas de árboles y rocas, que son refugio de aves rapaces, como buitres y águilas que conviven con las garzas reales. También ellos contemplaban nuestros pasos por el valle profundo y lejano, a su majestuosidad.