No creáis que yo me he puesto a escribir esas palabras en la pared de una cochera de Rabé de las Calzadas. No, simplemente he hecho la foto con mi bici. Aquí, en el Valle del Urbel, y en pleno Camino de Santiago, estamos muy concienciados de estas nefastas prácticas.
Los ayuntamientos de Rabé y de Tardajos, han dicho que no a esa mala práctica. Pero mira por donde, a mi tierra le ha llegado. No creo que lo lleven a realizar. Allí hay gente muy estudiosa, muy preparada que sabe realizar alegaciones. Las harán, pues todos estos proyectos los tienen que aprobar con medidas medio ambientales. Pero yo estoy muy sensibilizada, pues es mi tierra y haré lo que pueda, escribiendo, para que paralicen estas prácticas que hacen trizas el medio ambiente del Alto Tajo. Va a ser mi aportación, pues físicamente no puedo estar con ellos, pero si, moralmente. En mis pueblos de infancia, puntos del Camino del Cid: Alcolea del Pinar, Maranchón, Luzón, y otros muchos más.
Estos pueblos no merecen, que después de haber sido quemados sus montes, en el 2005, ocho años más tarde, los mismos que acusaron a los anteriores dirigentes de no haber sido capaces de gestionar la forma de apagar el incendio, les preparen proyectos de fracking. Es increíble, la poca estima que parecen tenerles, una vez que consiguieron llegar al poder. La Comunidad de Castilla - La Mancha es del Partido Popular. Pero el proyecto, también afecta a unas zonas sorianas, de Castilla y León, esta vez.
Ni yo, ni mis amigos de infancia estamos de acuerdo con estos estudios que quieren empezar a hacer. No se merecen este maltrato medio ambiental, y tendremos que demostrarlo.
Saludos cordiales
Los ayuntamientos de Rabé y de Tardajos, han dicho que no a esa mala práctica. Pero mira por donde, a mi tierra le ha llegado. No creo que lo lleven a realizar. Allí hay gente muy estudiosa, muy preparada que sabe realizar alegaciones. Las harán, pues todos estos proyectos los tienen que aprobar con medidas medio ambientales. Pero yo estoy muy sensibilizada, pues es mi tierra y haré lo que pueda, escribiendo, para que paralicen estas prácticas que hacen trizas el medio ambiente del Alto Tajo. Va a ser mi aportación, pues físicamente no puedo estar con ellos, pero si, moralmente. En mis pueblos de infancia, puntos del Camino del Cid: Alcolea del Pinar, Maranchón, Luzón, y otros muchos más.
Estos pueblos no merecen, que después de haber sido quemados sus montes, en el 2005, ocho años más tarde, los mismos que acusaron a los anteriores dirigentes de no haber sido capaces de gestionar la forma de apagar el incendio, les preparen proyectos de fracking. Es increíble, la poca estima que parecen tenerles, una vez que consiguieron llegar al poder. La Comunidad de Castilla - La Mancha es del Partido Popular. Pero el proyecto, también afecta a unas zonas sorianas, de Castilla y León, esta vez.
Ni yo, ni mis amigos de infancia estamos de acuerdo con estos estudios que quieren empezar a hacer. No se merecen este maltrato medio ambiental, y tendremos que demostrarlo.
Saludos cordiales
TRES ERRES PARA MI ESCUELA DE TARDAJOS
Se trata de un proyecto para el desarrollo de un programa de educación ambiental entorno a los residuos, en el que han participado profesores, alumnos y la asociación de padres y madres "Río Urbel".
El grupo GEA, ha sido el realizador del proyecto que se ha dirigido, tanto a los escolares, como a los padres de los alumnos.
Tres palabras con "R". RECICLAR, REDUCIR Y REUTILIZAR. Éstos términos han sido los protagonistas de tres días en la vida de los colegiales y sus familias. Todos han recibido la información acerca de esas palabras a través de charlas y todas las preguntas y dudas han quedado resueltas para poderlas poner en práctica.
Otro día con materiales tan corrientes como cartones de huevos, botellas de plástico y yogures, se han divertido de lo lindo construyendo sus propios juguetes, y a la vez aprendiendo que a los residuos, con un poco de imaginación, se les puede reciclar, y convertir en serpientes multicolores, flores, cerditos contenedores de pilas y juegos de habilidad.
Estas prácticas han sido impartidas por cinco monitores, que les han demostrado que tan sólo se requiere ganas de pasarlo bien, si queremos ayudar a la naturaleza.
Y el tercer día hay que asegurarse de que la teoría y la práctica van de la mano; y que han dado buenos resultados. De ahí el día de reflexión. Se evalúa el resultado mediante una pequeña redacción, para que los alumnos del colegio manifiesten qué opinan y qué han aprendido en sus clases sobre las "tres erres " famosas ya en el "Petra Lafont."
Se trata de un proyecto para el desarrollo de un programa de educación ambiental entorno a los residuos, en el que han participado profesores, alumnos y la asociación de padres y madres "Río Urbel".
El grupo GEA, ha sido el realizador del proyecto que se ha dirigido, tanto a los escolares, como a los padres de los alumnos.
Tres palabras con "R". RECICLAR, REDUCIR Y REUTILIZAR. Éstos términos han sido los protagonistas de tres días en la vida de los colegiales y sus familias. Todos han recibido la información acerca de esas palabras a través de charlas y todas las preguntas y dudas han quedado resueltas para poderlas poner en práctica.
Otro día con materiales tan corrientes como cartones de huevos, botellas de plástico y yogures, se han divertido de lo lindo construyendo sus propios juguetes, y a la vez aprendiendo que a los residuos, con un poco de imaginación, se les puede reciclar, y convertir en serpientes multicolores, flores, cerditos contenedores de pilas y juegos de habilidad.
Estas prácticas han sido impartidas por cinco monitores, que les han demostrado que tan sólo se requiere ganas de pasarlo bien, si queremos ayudar a la naturaleza.
Y el tercer día hay que asegurarse de que la teoría y la práctica van de la mano; y que han dado buenos resultados. De ahí el día de reflexión. Se evalúa el resultado mediante una pequeña redacción, para que los alumnos del colegio manifiesten qué opinan y qué han aprendido en sus clases sobre las "tres erres " famosas ya en el "Petra Lafont."
RECICLAR EN CIRUELOS DEL PINAR (GUADALAJARA)
Por curioso que parezca, nosotros los cirueleños, ya reciclábamos a nuestra manera y sin clases especiales.
Salíamos a jugar por el pueblo y buscábamos cosas inservibles como botes, cables y lo que nos pudiera parecer bien a nuestras ideas. Hacíamos zancos y teléfonos con botes y cuerdas o cables. Cuando no había teléfonos todavía. Nos cuidábamos nosotros mismos, jugábamos a lo que queríamos, y si algún niño o niña venía de fuera y nos aportaba algo, lo aceptábamos de buen grado.
Hubo una vez una niña, hija de unos cabreros -que venía de otro lugar- y nos enseñaba a decorar huevos. Les pintábamos caras con ojos, bocas, pelos. Y si queríamos, hasta gafas.
Cada semana o cada quince días cambiábamos de juegos por modas, sería.
En Ciruelos había un pueblo, pero también había niños pijos que vivían en los chalets - con los que apenas alternábamos - pues ellos tenían su frontón y su vida aparte. Pero los niños del pueblo formábamos una piña y siempre estábamos juntos jugando o viendo películas en el teleclub del pueblo, o yéndonos a algún bar a jugar a las cartas y comer pipas.
Merodeábamos los sitios donde la gente pija tiraba la basura, y de allí sacábamos nuestros materiales para el reciclaje. Los niños aquellos comían ya potitos, y nosotras nos llevábamos los tarros para nuestras casetas de los Rochos- zona intermedia entre el pueblo y los chalets de las afueras. y lo mejor es que no les teníamos ni gota de envidia, aunque ellos y ellas tuvieran mas, nosotros, nos lo pasábamos mejor.
Por curioso que parezca, nosotros los cirueleños, ya reciclábamos a nuestra manera y sin clases especiales.
Salíamos a jugar por el pueblo y buscábamos cosas inservibles como botes, cables y lo que nos pudiera parecer bien a nuestras ideas. Hacíamos zancos y teléfonos con botes y cuerdas o cables. Cuando no había teléfonos todavía. Nos cuidábamos nosotros mismos, jugábamos a lo que queríamos, y si algún niño o niña venía de fuera y nos aportaba algo, lo aceptábamos de buen grado.
Hubo una vez una niña, hija de unos cabreros -que venía de otro lugar- y nos enseñaba a decorar huevos. Les pintábamos caras con ojos, bocas, pelos. Y si queríamos, hasta gafas.
Cada semana o cada quince días cambiábamos de juegos por modas, sería.
En Ciruelos había un pueblo, pero también había niños pijos que vivían en los chalets - con los que apenas alternábamos - pues ellos tenían su frontón y su vida aparte. Pero los niños del pueblo formábamos una piña y siempre estábamos juntos jugando o viendo películas en el teleclub del pueblo, o yéndonos a algún bar a jugar a las cartas y comer pipas.
Merodeábamos los sitios donde la gente pija tiraba la basura, y de allí sacábamos nuestros materiales para el reciclaje. Los niños aquellos comían ya potitos, y nosotras nos llevábamos los tarros para nuestras casetas de los Rochos- zona intermedia entre el pueblo y los chalets de las afueras. y lo mejor es que no les teníamos ni gota de envidia, aunque ellos y ellas tuvieran mas, nosotros, nos lo pasábamos mejor.