LA CUEVA DE LOS CASARES- RIBA DE SAELICES (GUADALAJARA) - ES UN SANTUARIO DEL ARTE PALEOLÍTICO
SITUACIÓN
La Cueva de los Casares se abre en la orilla izquierda del río Linares, en el costado del Cerro del Mirón, en un paraje abrupto por el que el río discurre encajonado. Para acceder a ella, se deja la carretera nacional II en Alcolea del Pinar y se toma la local que pasando por Luzaga, llega hasta la Riba de Saelices. A partir de aquí hay que seguir en dirección norte un camino carretero paralelo al curso del río Linares, que conduce al pie de la cueva y que se encuentra a un kilómetro de la Riba de Saelices.
COORDENADAS: 40º 56' 40" N/02º 17' 28" 0. Mapa 488, "Ablanque".
SITUACIÓN
La Cueva de los Casares se abre en la orilla izquierda del río Linares, en el costado del Cerro del Mirón, en un paraje abrupto por el que el río discurre encajonado. Para acceder a ella, se deja la carretera nacional II en Alcolea del Pinar y se toma la local que pasando por Luzaga, llega hasta la Riba de Saelices. A partir de aquí hay que seguir en dirección norte un camino carretero paralelo al curso del río Linares, que conduce al pie de la cueva y que se encuentra a un kilómetro de la Riba de Saelices.
COORDENADAS: 40º 56' 40" N/02º 17' 28" 0. Mapa 488, "Ablanque".
LA JUBILACIÓN DE EMILIO MORENO EN SEPTIEMBRE DE 2012 PROVOCA EL CIERRE DE LAS CUEVAS DE LOS CASARES EN LA RIBA DE SAELICES (GUADALAJARA)
El guía de turismo de las Cuevas, Emilio Moreno se jubiló el 18 de septiembre de 2012 y desde entonces las cuevas de Los Casares de La Riba de Saelices permanecen cerradas a cal y canto por la Administración de las Juntas de las Comunidades de Castilla - La Mancha. Ni siquiera, el que siempre fue el guía y guarda, Moreno, tiene acceso para ver el estado de la cueva en un año particularmente húmedo. Ni nadie se ha personado para abrir, ventilar, etc... No hay ningún seguimiento al respecto.
La política sobre la arqueología del responsable de este singular enclave, Miguel Angel García Valero, el arqueólogo de la Diputación de Guadalajara, es la prohibir el acceso a las cuevas, nada más. Ese es el interés que suscita tal monumento rupestre en la provincia. Hasta la fecha no se ha producido la sustitución del guía natural de la Riba de Saelices.
La razón puede estar en la falta de presupuestos para atender sus intereses culturales en el Alto Tajo. De hecho, intentaron privatizarlos, pero ninguna empresa se adjudicó tal tarea. Sólo en algunos casos, los propios ayuntamientos con recursos se han comprometido con su legado cultural y artístico.
En el caso de La Riba, no ha podido ser pues se trata de un municipio con escasos recursos y encima todavía la administración les debe dinero por obras subvencionadas y no pagadas.
Este caso en el Alto Tajo no es único, ni mucho menos.
El guía de turismo de las Cuevas, Emilio Moreno se jubiló el 18 de septiembre de 2012 y desde entonces las cuevas de Los Casares de La Riba de Saelices permanecen cerradas a cal y canto por la Administración de las Juntas de las Comunidades de Castilla - La Mancha. Ni siquiera, el que siempre fue el guía y guarda, Moreno, tiene acceso para ver el estado de la cueva en un año particularmente húmedo. Ni nadie se ha personado para abrir, ventilar, etc... No hay ningún seguimiento al respecto.
La política sobre la arqueología del responsable de este singular enclave, Miguel Angel García Valero, el arqueólogo de la Diputación de Guadalajara, es la prohibir el acceso a las cuevas, nada más. Ese es el interés que suscita tal monumento rupestre en la provincia. Hasta la fecha no se ha producido la sustitución del guía natural de la Riba de Saelices.
La razón puede estar en la falta de presupuestos para atender sus intereses culturales en el Alto Tajo. De hecho, intentaron privatizarlos, pero ninguna empresa se adjudicó tal tarea. Sólo en algunos casos, los propios ayuntamientos con recursos se han comprometido con su legado cultural y artístico.
En el caso de La Riba, no ha podido ser pues se trata de un municipio con escasos recursos y encima todavía la administración les debe dinero por obras subvencionadas y no pagadas.
Este caso en el Alto Tajo no es único, ni mucho menos.