Otra cosa no podré anotar, pero ejemplos prácticos...

A ver si esta bonita foto les dice algo a las autoridades. Y mas a ellas que tanto y tanto favorecieron la conservación de la cultura: yacimientos arqueológicos, sobre todo. Porque en cuestión de naturaleza, siempre hay y siempre hubo, daños colaterales, véase manantiales de Tardajos por poner un ejemplo.

Pero es que están pasando cosas muy raras últimamente. La crisis ha perturbado el buen criterio que siempre se ha seguido en Burgos (España). ¿Os acordáis de la noticia sonada de un alcalde de un pueblo de Burgos que salió en INTERVIÚ. ¡Como para olvidarlo!. Quería destruir con construcciones ilegales un magnífico yacimiento arqueológico, y no se lo consintieron. Cosa bien hecha, por otra parte. Pero decir que el tal yacimiento jamás se promocionó, y me temo que mucho debe cambiar todo para que se lleve a efecto. Pero se tomó una buena medida, porque este yacimiento quedará para futuras generaciones que puedan desenterrarlo.

Pero ahora es el gobierno de España el que quiere liquidar los subsuelos, y eso conlleva: ríos, lagos, aguas subterráneas, afluentes de ríos, manantiales... y yacimientos culturales de la humanidad.

Para mi que esta crisis les ha perturbado. A ver si recapacitan y vuelven al Camino, que por estos lados es doble: Camino de Santiago y Camino del Cid.

Rajoy y compañía, vuelve al buen camino, y todos ganaremos.

Otra cosa no podré anotar, pero ejemplos prácticos vividos, si y muchos. Nada sucede en balde en el camino, Y LO QUE DAS, RECIBES.

Estos caminos son singulares, con la denominación BIC, y por algo será. En América no tienen casi nada de lo que Europa si tuvo. Y eso hay que tenerlo muy en cuenta. Nosotros tenemos dieta mediterránea, y ellos son grandes consumidores de ingestas hamburguesas y grandes cantidades de comida, sólo como hobby y diversión. No hay ni punto de comparación, entre unos y otros. Entre sus tierras y las nuestras. Lo nuestro siempre guardó formas y medidas, lo suyo, nunca. Aquí se cuidó el medio ambiente, allí en la vida. ¿Y cuántas catástrofes no tienen? Por miles se cuentan.

Somos diferentes los americanos y los europeos. Y nuestro continente, también.