EL CAMBIO CLIMÁTICO
Entre tanto, del otro extremo del nudo tiran las grandes eléctricas de Europa, que "consintieron" en principio esas políticas de fomento de las energías renovables seguramente porque no intuyeron ese desarrollo formidable. Poderosas multinacionales que apostaron además por un combustible fósil, el gas, con inmensas inversiones en infraestructuras -gasoductos, almacenes como el Castor, centrales térmicas de ciclo combinado- y que, ahora, se enfrentan a un doble enemigo: por una parte, la crisis económica, que ha reducido mucho, mucho la demanda, y, por otra, la prioridad de acceso a red de las tecnologías limpias -las renovables-, tecnologías que Bruselas consideró debían ser priorizadas porque generaban electricidad sin emitir CO2, gas promotor del cambio climático.
FUNCIONANDO SOLO AL 11%
¿Conclusión? Cada vez hay más kilovatios verdes en las redes eléctricas europeas, mientras que, cada vez (y a la par), les cuesta más entrar en la cesta eléctrica a los kilovatios que genera el gas en sus centrales térmicas de ciclo combinado. En España, por poner solo un ejemplo, el índice de utilización medio de los ciclos combinados durante los seis primeros meses de 2013 ha sido del 11% (dato Sedigas). El grave error de estrategia empresarial -los señores del gas no supieron prever ni la rápida evolución tecnológica del sector de las energías renovables ni su formidable crecimiento- se está trocando así en una hipoteca descomunal, la de unas compañías, las de gas, que no pueden además saldar su deuda porque no están vendiendo tantos kilovatios como creyeron que iban a vender.
(MI NOTA: Es lógico que estas multinacionales apuesten por la energía renovable, pues la suya, procedente el petróleo se va acabando. Y hay lugares donde las apoyan al cien por cien. No el caso de España, que están empeñados en acabar con nosotros, instalándonos una energía caduca, que además de pobre, nos puede causar mucho daño. ¿Le va a importar al Catar nuestra destrucción? Vergüenza debería darles a nuestros dirigentes colaborar con que esto suceda. Está visto que el dinero es capaz de comprar sus voluntades en detrimento de nuestro país al que dicen querer sacar de la crisis para sepultarnos.)
Entre tanto, del otro extremo del nudo tiran las grandes eléctricas de Europa, que "consintieron" en principio esas políticas de fomento de las energías renovables seguramente porque no intuyeron ese desarrollo formidable. Poderosas multinacionales que apostaron además por un combustible fósil, el gas, con inmensas inversiones en infraestructuras -gasoductos, almacenes como el Castor, centrales térmicas de ciclo combinado- y que, ahora, se enfrentan a un doble enemigo: por una parte, la crisis económica, que ha reducido mucho, mucho la demanda, y, por otra, la prioridad de acceso a red de las tecnologías limpias -las renovables-, tecnologías que Bruselas consideró debían ser priorizadas porque generaban electricidad sin emitir CO2, gas promotor del cambio climático.
FUNCIONANDO SOLO AL 11%
¿Conclusión? Cada vez hay más kilovatios verdes en las redes eléctricas europeas, mientras que, cada vez (y a la par), les cuesta más entrar en la cesta eléctrica a los kilovatios que genera el gas en sus centrales térmicas de ciclo combinado. En España, por poner solo un ejemplo, el índice de utilización medio de los ciclos combinados durante los seis primeros meses de 2013 ha sido del 11% (dato Sedigas). El grave error de estrategia empresarial -los señores del gas no supieron prever ni la rápida evolución tecnológica del sector de las energías renovables ni su formidable crecimiento- se está trocando así en una hipoteca descomunal, la de unas compañías, las de gas, que no pueden además saldar su deuda porque no están vendiendo tantos kilovatios como creyeron que iban a vender.
(MI NOTA: Es lógico que estas multinacionales apuesten por la energía renovable, pues la suya, procedente el petróleo se va acabando. Y hay lugares donde las apoyan al cien por cien. No el caso de España, que están empeñados en acabar con nosotros, instalándonos una energía caduca, que además de pobre, nos puede causar mucho daño. ¿Le va a importar al Catar nuestra destrucción? Vergüenza debería darles a nuestros dirigentes colaborar con que esto suceda. Está visto que el dinero es capaz de comprar sus voluntades en detrimento de nuestro país al que dicen querer sacar de la crisis para sepultarnos.)