UNA TORANCESA DEL VALLE DEL PAS (CANTABRIA)
OCTUBRE 2013
Abro la puerta de casa y una nube de polvo me ahoga. Los camiones se suceden, uno tras otro, rumbo a la cima de la montaña. Nunca he visto tanto tráfico en el pueblo y, asustada, echo a correr tras ellos acortando camino por la arboleda. Pero ya no hay árboles: el bosque de robles es ahora una enorme explanada de tierra con decenas de camiones cisterna, tanques y unas lagunas artificiales donde se vierten líquidos espumosos. Todo está dispuesto en torno a una enorme torre metálica rodeada de cientos de señores de traje que se inclinan ante su tótem de hierro en un incomprensible ritual. Contemplo la escena paralizada. Respiro profundo, pero la brisa fresca del valle me sabe a gas. El horror me arrebata un grito y los hombres de corbata, ahora conscientes de mi presencia, comienzan a reír a carcajadas mostrando sus colmillos afilados.
Me despierto empapada en sudor y aún temblando agradezco que todo haya sido una pesadilla… aún hay tiempo.
Vivo en un pequeño pueblo de Cantabria, en un valle por el que discurre un río (Valle del Pas), rodeado de verdes montañas que posee unos acuíferos que abastecen de agua al 60% de la población de toda la comunidad autónoma. En este marco idílico y tranquilo vivimos principalmente del campo, elaboración de productos típicos y el turismo. Pero este entorno puede verse totalmente destruido, y con ello toda su economía, gracias a nuestros queridos políticos y a las grandes compañías petrolíferas (¿quizás aquellos personajes de traje de mi pesadilla?). En este valle -no el único de esta comunidad- pretenden hacer FRACKING. Término éste que hasta no hace mucho tiempo desconocíamos y que ahora desde los más mayores del lugar hasta los más pequeños saben lo que significa. Y lo saben sobre todo por las consecuencias que se derivan de esta técnica. Resumiéndolo mucho: la consecuencia del FRACKING en este pequeño valle de Cantabria (igual que en otros) es la completa desaparición del modo de vida que hoy tiene la población que aquí reside.
Aquí están implicadas tres partes: políticos, grandes compañías petrolíferas y la población. A los políticos les pediría que por favor se enteren YA de lo que es ser político de verdad. Se deben AL PUEBLO. Ya basta de reírse de nosotros. Si consideran que hacen grandes esfuerzos y que están tan mal pagados que incluso se ven obligados a urdir tramas para conseguir sobresueldos, dejen la política. Nadie les ha obligado a meterse ahí. Pero si deciden entrar en política asuman que se deben a los ciudadanos y que tienen la obligación de escucharnos y velar por el bienestar de todos nosotros. Cada día que pasa demuestran más y más el gran desconocimiento que tienen del sufrimiento de la ciudadanía a la que supuestamente representan. No son conscientes (o no quieren serlo) de las consecuencias que tienen las decisiones que toman desde sus bonitos despachos; si no son capaces de entender eso por favor dejen el cargo que ocupan.
En cuanto a las grandes compañías, petrolíferas en este caso, sólo piensan en ganar dinero haciendo lo que haga falta para conseguirlo, incluso a costa de la salud de miles de personas. Se sienten inmunes a todo (realmente se está demostrando que así es) y esto es gracias a la “protección” que tienen por parte de los políticos… los mismos que CASUALMENTE una vez que dejan la política terminan como asesores y consejeros de estas compañías cobrando millones de euros.
Finalmente, respecto a la población (la de los valles afectados por el FRACKING) les diré que estamos unidos contra lo que consideramos un escándalo y una injusticia. Los ciudadanos estamos unidos, jóvenes, mayores, ecologistas, cazadores, pescadores, emprendedores, empresarios, de todo color político,… todos unidos gritamos fuerte NO AL FRACKING porque va a destruir nuestra forma de vida. ¿Qué haremos cuando todo esté devastado? ¿Vendrá algún superhéroe político a salvarnos? Yo les responderé a la pregunta: NO. Estarán todos muy ocupados contando sus ingresos (blancos o negros) y seguirán sin saber situar en el mapa todos aquellos valles que se han destrozado.
Quisiera ahora dirigirme a aquellos, ingenuos, que dicen que no protestemos tanto y que dejemos que el FRACKING siga adelante porque traerá dinero y trabajo al valle. Queridos, por favor infórmense un poco más de lo que es el FRACKING porque dudo que lo sepan. ¿De qué le sirve a una persona un puesto de trabajo de 2-3 meses (un año incluso) cuando el lugar en el que vive va a quedar totalmente arrasado? ¿De qué sirve el trabajo cuando su salud, y la de sus hijos, corren un serio peligro? No sé ustedes, pero yo valoro mi salud y la de mis seres queridos por encima de cualquier cosa material.
Está claro, viendo la situación en la que estamos metidos, que vivir en un pequeño pueblo de una pequeña región de este país nos hace totalmente invisibles a los ojos de determinados sectores. Nos sentimos impotentes al ver que nuestra vida y nuestro entorno no le importan lo más mínimo a aquellos que supuestamente se deben a nosotros. Pero por pequeños que seamos vamos a pelear porque nos sentimos atacados. Sólo queremos continuar con nuestra vida tranquila en nuestro pequeño pueblo. No queremos que nadie venga a nuestra casa a destrozárnosla.
Estamos hartos de las decisiones políticas. Estamos hartos de este sistema cínico que se carga todo lo que se pone delante. Estamos hartos de sentirnos aislados e impotentes. Y percibimos que somos millones los que sentimos lo mismo. Pero, ¿qué podemos hacer? Pues la respuesta es que podemos hacerlo TODO. Los políticos están donde están por el pueblo, y es el propio pueblo el que les debe quitar cuando no cumplen con la función para la que se les puso ahí. Y las grandes compañías no son tan poderosas sin el apoyo de esos políticos poco transparentes que tenemos. Hoy ésta es nuestra lucha, la lucha por nuestra tierra, la que quieren devastar para llenarse los bolsillos. La tierra que nos da los alimentos, la que disfrutan los cientos de turistas que nos visitan y la que merecen conocer nuestras generaciones futuras.
NO DEJEMOS QUE SUCEDA. NO DEJEMOS QUE DESTROCEN NUESTRO FUTURO. NO PERMITAMOS QUE DESTRUYAN LOS VALLES.
AYÚDENNOS A EVITAR QUE MI PESADILLA SE VUELVA UNA REALIDAD
NO AL FRACKING
OCTUBRE 2013
Abro la puerta de casa y una nube de polvo me ahoga. Los camiones se suceden, uno tras otro, rumbo a la cima de la montaña. Nunca he visto tanto tráfico en el pueblo y, asustada, echo a correr tras ellos acortando camino por la arboleda. Pero ya no hay árboles: el bosque de robles es ahora una enorme explanada de tierra con decenas de camiones cisterna, tanques y unas lagunas artificiales donde se vierten líquidos espumosos. Todo está dispuesto en torno a una enorme torre metálica rodeada de cientos de señores de traje que se inclinan ante su tótem de hierro en un incomprensible ritual. Contemplo la escena paralizada. Respiro profundo, pero la brisa fresca del valle me sabe a gas. El horror me arrebata un grito y los hombres de corbata, ahora conscientes de mi presencia, comienzan a reír a carcajadas mostrando sus colmillos afilados.
Me despierto empapada en sudor y aún temblando agradezco que todo haya sido una pesadilla… aún hay tiempo.
Vivo en un pequeño pueblo de Cantabria, en un valle por el que discurre un río (Valle del Pas), rodeado de verdes montañas que posee unos acuíferos que abastecen de agua al 60% de la población de toda la comunidad autónoma. En este marco idílico y tranquilo vivimos principalmente del campo, elaboración de productos típicos y el turismo. Pero este entorno puede verse totalmente destruido, y con ello toda su economía, gracias a nuestros queridos políticos y a las grandes compañías petrolíferas (¿quizás aquellos personajes de traje de mi pesadilla?). En este valle -no el único de esta comunidad- pretenden hacer FRACKING. Término éste que hasta no hace mucho tiempo desconocíamos y que ahora desde los más mayores del lugar hasta los más pequeños saben lo que significa. Y lo saben sobre todo por las consecuencias que se derivan de esta técnica. Resumiéndolo mucho: la consecuencia del FRACKING en este pequeño valle de Cantabria (igual que en otros) es la completa desaparición del modo de vida que hoy tiene la población que aquí reside.
Aquí están implicadas tres partes: políticos, grandes compañías petrolíferas y la población. A los políticos les pediría que por favor se enteren YA de lo que es ser político de verdad. Se deben AL PUEBLO. Ya basta de reírse de nosotros. Si consideran que hacen grandes esfuerzos y que están tan mal pagados que incluso se ven obligados a urdir tramas para conseguir sobresueldos, dejen la política. Nadie les ha obligado a meterse ahí. Pero si deciden entrar en política asuman que se deben a los ciudadanos y que tienen la obligación de escucharnos y velar por el bienestar de todos nosotros. Cada día que pasa demuestran más y más el gran desconocimiento que tienen del sufrimiento de la ciudadanía a la que supuestamente representan. No son conscientes (o no quieren serlo) de las consecuencias que tienen las decisiones que toman desde sus bonitos despachos; si no son capaces de entender eso por favor dejen el cargo que ocupan.
En cuanto a las grandes compañías, petrolíferas en este caso, sólo piensan en ganar dinero haciendo lo que haga falta para conseguirlo, incluso a costa de la salud de miles de personas. Se sienten inmunes a todo (realmente se está demostrando que así es) y esto es gracias a la “protección” que tienen por parte de los políticos… los mismos que CASUALMENTE una vez que dejan la política terminan como asesores y consejeros de estas compañías cobrando millones de euros.
Finalmente, respecto a la población (la de los valles afectados por el FRACKING) les diré que estamos unidos contra lo que consideramos un escándalo y una injusticia. Los ciudadanos estamos unidos, jóvenes, mayores, ecologistas, cazadores, pescadores, emprendedores, empresarios, de todo color político,… todos unidos gritamos fuerte NO AL FRACKING porque va a destruir nuestra forma de vida. ¿Qué haremos cuando todo esté devastado? ¿Vendrá algún superhéroe político a salvarnos? Yo les responderé a la pregunta: NO. Estarán todos muy ocupados contando sus ingresos (blancos o negros) y seguirán sin saber situar en el mapa todos aquellos valles que se han destrozado.
Quisiera ahora dirigirme a aquellos, ingenuos, que dicen que no protestemos tanto y que dejemos que el FRACKING siga adelante porque traerá dinero y trabajo al valle. Queridos, por favor infórmense un poco más de lo que es el FRACKING porque dudo que lo sepan. ¿De qué le sirve a una persona un puesto de trabajo de 2-3 meses (un año incluso) cuando el lugar en el que vive va a quedar totalmente arrasado? ¿De qué sirve el trabajo cuando su salud, y la de sus hijos, corren un serio peligro? No sé ustedes, pero yo valoro mi salud y la de mis seres queridos por encima de cualquier cosa material.
Está claro, viendo la situación en la que estamos metidos, que vivir en un pequeño pueblo de una pequeña región de este país nos hace totalmente invisibles a los ojos de determinados sectores. Nos sentimos impotentes al ver que nuestra vida y nuestro entorno no le importan lo más mínimo a aquellos que supuestamente se deben a nosotros. Pero por pequeños que seamos vamos a pelear porque nos sentimos atacados. Sólo queremos continuar con nuestra vida tranquila en nuestro pequeño pueblo. No queremos que nadie venga a nuestra casa a destrozárnosla.
Estamos hartos de las decisiones políticas. Estamos hartos de este sistema cínico que se carga todo lo que se pone delante. Estamos hartos de sentirnos aislados e impotentes. Y percibimos que somos millones los que sentimos lo mismo. Pero, ¿qué podemos hacer? Pues la respuesta es que podemos hacerlo TODO. Los políticos están donde están por el pueblo, y es el propio pueblo el que les debe quitar cuando no cumplen con la función para la que se les puso ahí. Y las grandes compañías no son tan poderosas sin el apoyo de esos políticos poco transparentes que tenemos. Hoy ésta es nuestra lucha, la lucha por nuestra tierra, la que quieren devastar para llenarse los bolsillos. La tierra que nos da los alimentos, la que disfrutan los cientos de turistas que nos visitan y la que merecen conocer nuestras generaciones futuras.
NO DEJEMOS QUE SUCEDA. NO DEJEMOS QUE DESTROCEN NUESTRO FUTURO. NO PERMITAMOS QUE DESTRUYAN LOS VALLES.
AYÚDENNOS A EVITAR QUE MI PESADILLA SE VUELVA UNA REALIDAD
NO AL FRACKING
Con los anuncios acerca de los idiomas... me gustaría aprender un idioma que entendiesen los políticos que nos gobiernan. Yo creo que todavía no se ha inventado. El pueblo opina, dice, manifiesta, y sin embargo, se hacen oídos sordos.
España está manifestando que no quiere fracking, de norte a sur, de este a oeste, y su voz no es escuchada.
Una pena que el ciudadano no se entienda con el poder central, cada vez más absoluto.
España está manifestando que no quiere fracking, de norte a sur, de este a oeste, y su voz no es escuchada.
Una pena que el ciudadano no se entienda con el poder central, cada vez más absoluto.