DIARIO DE BURGOS
La presencia vecinal continua y otra gran manifestación impiden reanudar las obras
c. m.- i. e. / burgos - martes, 14 de enero de 2014
La movilización de la tarde terminó fragmentada y de nuevo con incidentes vandálicos, como la quema de las casetas entre Santa Bárbara y Santiago, y con otros 6 detenidos
Las obras de construcción del bulevar de Gamonal quedaron ayer interrumpidas por la presión vecinal. Desde primera hora de la mañana, un grupo de 200 personas impidió la entrada de la maquinaria necesaria y de los operarios. Su objetivo es permanecer el tiempo que sea necesario en la zona haciendo turnos, tal y como se decidió en asamblea, para lograr que el Ayuntamiento dé marcha atrás en la ejecución del proyecto, algo a lo que por el momento el alcalde, Javier Lacalle, no está dispuesto, aunque la actuación no se reanudará hasta que se garantice las condiciones de seguridad y la zona quede despejada.
Por la tarde, volvieron a protagonizar una concentración en la calle Vitoria, con mucha mayor asistencia, tras la que iniciaron una marcha hasta la Comisaría para pedir la libertad de los detenidos por los disturbios, a la que se llegaron a sumar unas 4.000 personas. Con una pancarta insultante para la Policía y tras permanecer durante 20 minutos coreando gritos contra los antidisturbios que rodeaban el edificio, iniciaron el camino de vuelta a la ‘zona cero’. Sin embargo, a la altura del centro comercial Camino de la Plata, la masa se dividió en dos y uno de los grupos volvió a concentrarse frente al edificio de Promecal lanzando gritos contra su propietario y los trabajadores, que bajaron a la entrada para mostrar su rechazo a estas manifestaciones coactivas y en defensa de la libertad de expresión.
Al finalizar, grupos descontrolados de jóvenes volvieron a protagonizar incidentes vandálicos y de violencia contra el mobiliario urbano. Prendieron fuego a la caseta de obra ubicada entre las calles Santiago y Santa Bárbara, así como a un par de contenedores. En esta ocasión, dejaron intervenir a los servicios de extinción de incendios sin hostigarles. «A los bomberos respetadles», pidieron algunos de los presentes a los radicales que pretendían instigarles.
Efectivos de la Policía Nacional volvieron a cargar contra los violentos y se reeditaron las carreras por las calles de Gamonal. Algunos buscaron refugio en establecimientos hosteleros y portales, donde accedieron también los antidisturbios. En las ventanas, de las que cada vez cuelgan más pancartas y sábanas contra el bulevar, se volvió a sentir el apoyo de los vecinos de la calle Vitoria a la movilización ciudadana.
Las sucursales bancarias fueron de nuevo objeto de la ira de los descontrolados, que se liaron a pedradas contra una oficina del Banco de Santander.
DESDE LAS 6 DE LA MAÑANA. A diferencia de jornadas anteriores, el vallado tirado durante los disturbios nocturnos del domingo al lunes no volvió a colocarse ayer por la mañana,-sí se retiraron los contenedores quemados-, lo que hizo que los manifestantes entraran en el recinto de la obras y los autobuses municipales pudieran circular por la calle San Bruno y no utilizaran otras vías alternativas.
Bajo la discreta vigilancia de un centenar de agentes de la Policía Nacional, desplegados en diez vehículos en dos puntos de la calle Vitoria y Juan XXIII, los primeros manifestantes, una treintena, comenzaron a llegar sobre las 6 de la mañana a la calle Vitoria, frente a la Orensana. El número se fue incrementando hasta llegar a los 200 a las 7 de la mañana y ya en el recinto de las obras comenzaron a corear gritos como ‘Gamonal no quiere bulevar, ‘no a un bulevar para especular’, ‘de aquí no nos vamos’ o ‘no os tenemos miedos’, ‘mercenarios fuera del barrio’ o ‘detenidos libertad’ y consignas contra el alcalde. La espera de la llegada de la maquinaria y de los de operarios de la unión temporal de empresas que ejecuta los trabajos (Copsa y Aroasa) resultó infructuosa. La difusión a través de las redes sociales de que las máquinas se encontraban en las cocheras de los autobuses municipales de la carretera de Poza hizo que un grupo de manifestantes se desplazara hasta allí, pero regresaron de vacío.
La Policía no tuvo que intervenir al no producirse ningún incidente, salvo para registrar o pedir la documentación a algunas personas, y sobre las once y media se retiraron de la zona, quedando únicamente 2 dotaciones de agentes locales para regular el tráfico rodado.
El café y las galletas para combatir las bajas temperaturas sirvieron para que los manifestantes aguantaran el paso de las horas hasta la celebración de la asamblea de las 12. En esta ocasión sí se permitió a los reporteros gráficos tomar imágenes de la misma, algo que se había impedido en anteriores ocasiones. En ese momento estalló la euforia: «Hoy aquí no hay ninguna máquina. Hemos vencido, pero hay que seguir peleando. Esto no acaba hoy y este agujero (en referencia a las zanjas que se han realizado para desviar las canalizaciones de agua) lo vamos a tapar».
Los asistentes a la asamblea mostraron su intención de seguir con las acciones pacíficas contra el bulevar y decidieron organizarse en turnos para evitar el desgaste, ante lo que se prevé una ‘lucha’ larga. También se congratularon de los cientos de apoyos que han recibido por parte de asociaciones vecinales de toda España y propusieron instar a la celebración de manifestaciones en todos los barrios del territorio nacional. Precisamente, mañana hay convocada una concentración en la puerta del Sol de Madrid en apoyo a las movilizaciones de Burgos, y para el viernes está previsto celebrar otra en Valladolid. «Son muchos los ojos que nos están mirando. No estábamos muertos, estábamos dormidos», indicaron los participantes.
También hubo voces que instaron a seguir este ejemplo contra otros proyectos municipales como el pabellón multiusos, mientras que algunos estudiantes han decidido convocar una huelga indefinida a partir de hoy. A las 7.30 tienen previsto concentrarse en la calle Vitoria para recorrer los centros educativos del barrio.
La presencia vecinal continua y otra gran manifestación impiden reanudar las obras
c. m.- i. e. / burgos - martes, 14 de enero de 2014
La movilización de la tarde terminó fragmentada y de nuevo con incidentes vandálicos, como la quema de las casetas entre Santa Bárbara y Santiago, y con otros 6 detenidos
Las obras de construcción del bulevar de Gamonal quedaron ayer interrumpidas por la presión vecinal. Desde primera hora de la mañana, un grupo de 200 personas impidió la entrada de la maquinaria necesaria y de los operarios. Su objetivo es permanecer el tiempo que sea necesario en la zona haciendo turnos, tal y como se decidió en asamblea, para lograr que el Ayuntamiento dé marcha atrás en la ejecución del proyecto, algo a lo que por el momento el alcalde, Javier Lacalle, no está dispuesto, aunque la actuación no se reanudará hasta que se garantice las condiciones de seguridad y la zona quede despejada.
Por la tarde, volvieron a protagonizar una concentración en la calle Vitoria, con mucha mayor asistencia, tras la que iniciaron una marcha hasta la Comisaría para pedir la libertad de los detenidos por los disturbios, a la que se llegaron a sumar unas 4.000 personas. Con una pancarta insultante para la Policía y tras permanecer durante 20 minutos coreando gritos contra los antidisturbios que rodeaban el edificio, iniciaron el camino de vuelta a la ‘zona cero’. Sin embargo, a la altura del centro comercial Camino de la Plata, la masa se dividió en dos y uno de los grupos volvió a concentrarse frente al edificio de Promecal lanzando gritos contra su propietario y los trabajadores, que bajaron a la entrada para mostrar su rechazo a estas manifestaciones coactivas y en defensa de la libertad de expresión.
Al finalizar, grupos descontrolados de jóvenes volvieron a protagonizar incidentes vandálicos y de violencia contra el mobiliario urbano. Prendieron fuego a la caseta de obra ubicada entre las calles Santiago y Santa Bárbara, así como a un par de contenedores. En esta ocasión, dejaron intervenir a los servicios de extinción de incendios sin hostigarles. «A los bomberos respetadles», pidieron algunos de los presentes a los radicales que pretendían instigarles.
Efectivos de la Policía Nacional volvieron a cargar contra los violentos y se reeditaron las carreras por las calles de Gamonal. Algunos buscaron refugio en establecimientos hosteleros y portales, donde accedieron también los antidisturbios. En las ventanas, de las que cada vez cuelgan más pancartas y sábanas contra el bulevar, se volvió a sentir el apoyo de los vecinos de la calle Vitoria a la movilización ciudadana.
Las sucursales bancarias fueron de nuevo objeto de la ira de los descontrolados, que se liaron a pedradas contra una oficina del Banco de Santander.
DESDE LAS 6 DE LA MAÑANA. A diferencia de jornadas anteriores, el vallado tirado durante los disturbios nocturnos del domingo al lunes no volvió a colocarse ayer por la mañana,-sí se retiraron los contenedores quemados-, lo que hizo que los manifestantes entraran en el recinto de la obras y los autobuses municipales pudieran circular por la calle San Bruno y no utilizaran otras vías alternativas.
Bajo la discreta vigilancia de un centenar de agentes de la Policía Nacional, desplegados en diez vehículos en dos puntos de la calle Vitoria y Juan XXIII, los primeros manifestantes, una treintena, comenzaron a llegar sobre las 6 de la mañana a la calle Vitoria, frente a la Orensana. El número se fue incrementando hasta llegar a los 200 a las 7 de la mañana y ya en el recinto de las obras comenzaron a corear gritos como ‘Gamonal no quiere bulevar, ‘no a un bulevar para especular’, ‘de aquí no nos vamos’ o ‘no os tenemos miedos’, ‘mercenarios fuera del barrio’ o ‘detenidos libertad’ y consignas contra el alcalde. La espera de la llegada de la maquinaria y de los de operarios de la unión temporal de empresas que ejecuta los trabajos (Copsa y Aroasa) resultó infructuosa. La difusión a través de las redes sociales de que las máquinas se encontraban en las cocheras de los autobuses municipales de la carretera de Poza hizo que un grupo de manifestantes se desplazara hasta allí, pero regresaron de vacío.
La Policía no tuvo que intervenir al no producirse ningún incidente, salvo para registrar o pedir la documentación a algunas personas, y sobre las once y media se retiraron de la zona, quedando únicamente 2 dotaciones de agentes locales para regular el tráfico rodado.
El café y las galletas para combatir las bajas temperaturas sirvieron para que los manifestantes aguantaran el paso de las horas hasta la celebración de la asamblea de las 12. En esta ocasión sí se permitió a los reporteros gráficos tomar imágenes de la misma, algo que se había impedido en anteriores ocasiones. En ese momento estalló la euforia: «Hoy aquí no hay ninguna máquina. Hemos vencido, pero hay que seguir peleando. Esto no acaba hoy y este agujero (en referencia a las zanjas que se han realizado para desviar las canalizaciones de agua) lo vamos a tapar».
Los asistentes a la asamblea mostraron su intención de seguir con las acciones pacíficas contra el bulevar y decidieron organizarse en turnos para evitar el desgaste, ante lo que se prevé una ‘lucha’ larga. También se congratularon de los cientos de apoyos que han recibido por parte de asociaciones vecinales de toda España y propusieron instar a la celebración de manifestaciones en todos los barrios del territorio nacional. Precisamente, mañana hay convocada una concentración en la puerta del Sol de Madrid en apoyo a las movilizaciones de Burgos, y para el viernes está previsto celebrar otra en Valladolid. «Son muchos los ojos que nos están mirando. No estábamos muertos, estábamos dormidos», indicaron los participantes.
También hubo voces que instaron a seguir este ejemplo contra otros proyectos municipales como el pabellón multiusos, mientras que algunos estudiantes han decidido convocar una huelga indefinida a partir de hoy. A las 7.30 tienen previsto concentrarse en la calle Vitoria para recorrer los centros educativos del barrio.