NUEVA SENDA EN LA LADERA, CON VISTAS AL CAMINO
Se trata de una nueva senda recreativa en la ladera alta que bordea al pueblo por la derecha de la carretera pero en sentido contrario. De gran belleza panorámica por las vistas que ofrece a los visitantes y por su funcionalidad, ya que lleva asociadas zonas de descanso en su recorrido para hacer más atractiva la ruta y crear ambiente de calma y sosiego en si misma.
La senda tiene una extensión de un kilómetro y medio, con una anchura, entre metro y medio y dos, según los tramos. Se ha reafirmado el firme del camino con arena, grava y zahorra; y para mejorar su accesibilidad, se ha instalado a lo largo de él, una barandilla exterior de madera natural y tratada contra la pudrición para evitar su deterioro.
En sí, la senda pretende ser un resumen del Camino desde su inicio en Roncesvalles, hasta Santiago. Para ello la ruta consta de tres zonas diferenciadas entre sí por el tipo de vegetación y acondicionamiento de los tres miradores que posee, que coinciden con tres áreas de descanso donde se han colocado bancos de madera, del mismo tipo que la barandilla.
(foto 2013)
Se trata de una nueva senda recreativa en la ladera alta que bordea al pueblo por la derecha de la carretera pero en sentido contrario. De gran belleza panorámica por las vistas que ofrece a los visitantes y por su funcionalidad, ya que lleva asociadas zonas de descanso en su recorrido para hacer más atractiva la ruta y crear ambiente de calma y sosiego en si misma.
La senda tiene una extensión de un kilómetro y medio, con una anchura, entre metro y medio y dos, según los tramos. Se ha reafirmado el firme del camino con arena, grava y zahorra; y para mejorar su accesibilidad, se ha instalado a lo largo de él, una barandilla exterior de madera natural y tratada contra la pudrición para evitar su deterioro.
En sí, la senda pretende ser un resumen del Camino desde su inicio en Roncesvalles, hasta Santiago. Para ello la ruta consta de tres zonas diferenciadas entre sí por el tipo de vegetación y acondicionamiento de los tres miradores que posee, que coinciden con tres áreas de descanso donde se han colocado bancos de madera, del mismo tipo que la barandilla.
(foto 2013)
EL TRAYECTO
Parte del depósito de aguas municipal, en sentido inverso al pueblo. Quiere significar la primera etapa del Camino y asemejar las altas cumbres pirenaicas para lo cual se han plantado cedros y cipreses, y a sus pies se sitúa la primera zona de descanso. La vegetación que se pretenderá es de hojas, flores y frutos rojizos y anaranjados para simular las tierras riojanas.
Se sigue ascendiendo y se llega al segundo mirador con forma de concha de peregrino, que se ha representado también en el suelo desde el que se divisan siete pueblos y la capital, a lo lejos. Tardajos, Villalbilla, San Mamés, Buniel, Quintanilleja, Frandovínez y Rabé de las Calzadas; además de la hermosa Vega del Arlanzón con sus variados campos de cultivo.
Y a partir de ahí, el sendero desciende por la ladera, veteada de lavandas y tomillos con floraciones violetas y azules para indicar el cielo castellano que acoge en su parte baja, santolinas y retamas con floraciones amarillas que evoquen los trigos de Tierra de Campos, donde queda emplazado el tercer mirador. Se sigue bajando por el tramo final, matizado de plantas verdes y rocas de granito, arbustos y arbolillos de flor para anunciar el Bierzo que finaliza con una extensa plantación de lavandas cuyas flores azules contrastarán con el blanco suelo calizo, que querrá decirnos que ahí, a nuestros pies están las olas embravecidas del mar gallego cuando sople el bierzo.
Parte del depósito de aguas municipal, en sentido inverso al pueblo. Quiere significar la primera etapa del Camino y asemejar las altas cumbres pirenaicas para lo cual se han plantado cedros y cipreses, y a sus pies se sitúa la primera zona de descanso. La vegetación que se pretenderá es de hojas, flores y frutos rojizos y anaranjados para simular las tierras riojanas.
Se sigue ascendiendo y se llega al segundo mirador con forma de concha de peregrino, que se ha representado también en el suelo desde el que se divisan siete pueblos y la capital, a lo lejos. Tardajos, Villalbilla, San Mamés, Buniel, Quintanilleja, Frandovínez y Rabé de las Calzadas; además de la hermosa Vega del Arlanzón con sus variados campos de cultivo.
Y a partir de ahí, el sendero desciende por la ladera, veteada de lavandas y tomillos con floraciones violetas y azules para indicar el cielo castellano que acoge en su parte baja, santolinas y retamas con floraciones amarillas que evoquen los trigos de Tierra de Campos, donde queda emplazado el tercer mirador. Se sigue bajando por el tramo final, matizado de plantas verdes y rocas de granito, arbustos y arbolillos de flor para anunciar el Bierzo que finaliza con una extensa plantación de lavandas cuyas flores azules contrastarán con el blanco suelo calizo, que querrá decirnos que ahí, a nuestros pies están las olas embravecidas del mar gallego cuando sople el bierzo.
¡Qué gracia estos técnicos y dónde sitúan el mar gallego, en el mismísimo Tardajos! Luego que no se quejen si las olas se levantan de verdad.