Después de admirar las plantas en los balcones, ventanas y escaleras, nos adentramos en el bullicio de la feria artesana. Venidos de muchos sitios distintos. Los había de Cantabria con sus quesadas, sobaos, anchoas, y otros productos típicos. De Salamanca con sus ricos embutidos y pastas artesanas. De Valladolid, la capital mostrando sus aceitunas, pepinillos, cebollas, remolacha roja en vinagre y ricas berenjenas. ¡Qué recuerdos de aquellas berenjenas del mercado de Vallecas, memorables. Así que la compra ya estaba decidida, yo me llevo berenjenas del recuerdo, uno de mis mejores recuerdos madrileños. ¡Qué buenas al llegar a casa y comerlas antes de nada!