QUE LA DETENGAN
Maldita sea la noche
en la que la conocí,
ahora vivo atrapado
esa
mujer no me deja vivir.
Malditos sean sus ojos,
sus gestos, su boca
ese beso que me desarmó,
maldito sea el embrujo
que me cegó la razón.
Que la detengan
es una mentirosa,
malvada y peligrosa
yo no la puedo controlar.
Que la detengan
me ha robado la calma,
se ha llevado mi alma
y no me ha dejado na.
No se que hice esa noche,
el vino me traicionó
sólo buscaba el olvido
y fui a caer en su trampa de amor.
Ahora maldigo esa noche
al deseo,
al destino que a ella
me quiso llevar,
ya no me quedan más lágrimas,
sólo me queda gritar.
Que la detengan
es una mentirosa,
malvada y peligrosa
yo no la puedo controlar.
Que la detengan
me ha robado la calma,
se ha llevado mi alma
y no me ha dejado na.
David Civera