El carbonero
por las esquinas
va pregonando
carbón de encina.
Carbón de encina
cisco de roble,
la confianza
no esta en los hombres.
No esta en los hombres
ni en las mujeres;
esta en el tronco
de los arboles.
No esta en el tronco
ni está en las ramas;
está en el pecho
de una serrana.
De una serrana
descolorida
me robo el alma,
también la vida.
También la vida
y el corazón
una serrana
me los robó.