Si me lo hubieran contado,
no me lo hubiera creido,
que van a estar separados,
y cada cual por su lado,
corazón, tu cariño y el mío.
Fuimos dos en uno,
por la veredita de la eternidad,
y de aquello, mi vida, ninguno,
se quiere acordar.
Cada cual por su camino,
¡madre mia, que dolor!
no es de rosas,
que es de espinos,
el sendero de los dos.
Aumentado la distancia,
morimos poquito a poco,
los dos sin darle importancia,
como si fuéramos locos.
Como para darme en la cara,
de otro cariño presumes,
mira qué cosa más rara,
que el corazón se me para,
mientras tú, sin mi amor te consumes.
Yo sé que por eso,
seguiré mintiendo, lo mismo que tú,
y viviendo los dos bajo el peso
de esta misma cruz.
Cada cual por su camino,
¡madre mía, que dolor!
no es de rosas,
que es de espinos,
el sendero de los dos.
Aumentado la distancia,
morimos poquito a poco,
los dos sin darle importancia,
como si fuéramos locos.
- Antonio Molina