A TU PUERTA HEMOS LLEGADO
A tu puerta hemos llegado
cuatrocientos en cuadrilla,
si quieres que te cantemos,
saca cuatrocientas sillas.
A todos les das claveles,
¡ay, morena de la plaza!
a todos les das claveles
y a mí me das calabazas.
Quisiera verte y no verte,
quisiera amarte y no amarte;
quisiera pegarte un tiro
pero no quiero matarte.
Eres como aquella mata
que llaman la fala güera,
que en la noche de San Juan
florece, grana y se seca.
En la noche de San Juan,
¡ay, cómo te jaleabas!
con tus zapatitos nuevos
y con las medias caladas.
Me tiraste un limón,
me pegaste en la cara;
todo lo paga el amor
de las niñas resaladas.
(Victoria Cabrerizo Pastor)
A tu puerta hemos llegado
cuatrocientos en cuadrilla,
si quieres que te cantemos,
saca cuatrocientas sillas.
A todos les das claveles,
¡ay, morena de la plaza!
a todos les das claveles
y a mí me das calabazas.
Quisiera verte y no verte,
quisiera amarte y no amarte;
quisiera pegarte un tiro
pero no quiero matarte.
Eres como aquella mata
que llaman la fala güera,
que en la noche de San Juan
florece, grana y se seca.
En la noche de San Juan,
¡ay, cómo te jaleabas!
con tus zapatitos nuevos
y con las medias caladas.
Me tiraste un limón,
me pegaste en la cara;
todo lo paga el amor
de las niñas resaladas.
(Victoria Cabrerizo Pastor)