Bueno muchachos visitantes en este tema. Deciros que estoy por aquí por disponer de un poco de tiempo, entre la vida y la muerte, para opinar, y por haber tropezado con "caras conocidas": es solo un decír, que viene a señalar que en oponiones si nos conocemos algo.
No me gusta mentir, del mismo modo que no me gusta que me mientan: aqui mi problema.
Confieso que cuando pusimos nuestra demogracia a pasear, viví ilusionado, unos cuantos años, y hasta me convertí en un ciudadano despreocupado, mecándome entre las gentes que también vivía una vida despreocupada... como si no pasara nada: como si ya la fruta estuviera madura. me di cuenta un día que no era así, que voces me recordaban voces, que los corruptos crecían y se adueñaban de la geografía. Que la herencia estaba ahí y cada cual hablaba de ella a su manera... todo esto mientras se practicaba por parte de todos los mas poderosos el NEPOTISMO, en el se desarrollaba la vida, cómoda y despreocupada para algunos... llegaban en pateras, los esclavos del siglo a servir a amos modernos, (cuatro perras muchos) regresaban los que partieron por los años 60, y... vivíamos: vivíamos en una falsa riqueza... que como ha quedado demostrado, se fraguó en el engaño, enriqueció a unos y empobreció a muchos.
Mientras esto sucedía, los grandes partidos se turnaban, y se peleaban por agarrar las poltronas...
Vengo de leer a algunos en este tema, como leo otros. Veo descontento como lo veo en las calles y también percibo que muchos disimulan su sentir. Y hasta nombran culpables, en la manía esa creció precisamente, cuando se comenzó a practicar la mentira... que como es sabido se sigue practicando sin al parecer darse cuenta, de que la calle estuvo siempre ahí, callada y sufridora, pero que podía despertar.
Los viejos sabemos de esas cosas: cosas de las que de cierta edad, hay individuos que no se quieren enterar, hemos sido incapaces de madurar nuestra democracia.
Lo siento de veras. pero cuando hace unos años, de nuevo me incorporé allí donde se discuten cosa, bien que lamento que mi voz se quedara en el olvido.
Entre otras cosas que yo repetía, era:! Ojo con el ladrillo!! Ojos con la mentira y mucho ojo con las corruptelas que nos invadían.
Como viví cosas peores y aproveché si algun oasis se me aparecía en el desierto, en cualquier parte, me detenía y escribía: amor... una historia de amor: me aliviaba. Creo que es el momento de escribir alguna. Uno se evade.
Saludos
No me gusta mentir, del mismo modo que no me gusta que me mientan: aqui mi problema.
Confieso que cuando pusimos nuestra demogracia a pasear, viví ilusionado, unos cuantos años, y hasta me convertí en un ciudadano despreocupado, mecándome entre las gentes que también vivía una vida despreocupada... como si no pasara nada: como si ya la fruta estuviera madura. me di cuenta un día que no era así, que voces me recordaban voces, que los corruptos crecían y se adueñaban de la geografía. Que la herencia estaba ahí y cada cual hablaba de ella a su manera... todo esto mientras se practicaba por parte de todos los mas poderosos el NEPOTISMO, en el se desarrollaba la vida, cómoda y despreocupada para algunos... llegaban en pateras, los esclavos del siglo a servir a amos modernos, (cuatro perras muchos) regresaban los que partieron por los años 60, y... vivíamos: vivíamos en una falsa riqueza... que como ha quedado demostrado, se fraguó en el engaño, enriqueció a unos y empobreció a muchos.
Mientras esto sucedía, los grandes partidos se turnaban, y se peleaban por agarrar las poltronas...
Vengo de leer a algunos en este tema, como leo otros. Veo descontento como lo veo en las calles y también percibo que muchos disimulan su sentir. Y hasta nombran culpables, en la manía esa creció precisamente, cuando se comenzó a practicar la mentira... que como es sabido se sigue practicando sin al parecer darse cuenta, de que la calle estuvo siempre ahí, callada y sufridora, pero que podía despertar.
Los viejos sabemos de esas cosas: cosas de las que de cierta edad, hay individuos que no se quieren enterar, hemos sido incapaces de madurar nuestra democracia.
Lo siento de veras. pero cuando hace unos años, de nuevo me incorporé allí donde se discuten cosa, bien que lamento que mi voz se quedara en el olvido.
Entre otras cosas que yo repetía, era:! Ojo con el ladrillo!! Ojos con la mentira y mucho ojo con las corruptelas que nos invadían.
Como viví cosas peores y aproveché si algun oasis se me aparecía en el desierto, en cualquier parte, me detenía y escribía: amor... una historia de amor: me aliviaba. Creo que es el momento de escribir alguna. Uno se evade.
Saludos