Las Cuentas del Gran Capitán:
"Por picos, palas y azadones, cien millones de ducados;
por limosnas para que frailes y monjas rezasen por los españoles, ciento cincuenta mil ducados;
por guantes perfumados para que los soldados no oliesen el hedor de la batalla, doscientos millones de ducados;
por reponer las campanas averiadas a causa del continuo repicar a victoria, ciento setenta mil ducados;
y, finalmente, por la paciencia de tener que descender a estas pequeñeces del rey
a quien HE REGALADO UN REINO, cien millones de ducados".
Estas eran las cuentas que el Castellano Gonzalo Fernandez de Córdoba mostró al rey catalán Fernando de Aragón (nació en Barcelona y era descendiente directo de los condes de Cataluña), desde la unión de Castilla con Aragón el problema único siempre ha sido y será el dinero que unas tierras tuvimos que aportar para engrandecer otras que ahora no quieren aportar.
"Por picos, palas y azadones, cien millones de ducados;
por limosnas para que frailes y monjas rezasen por los españoles, ciento cincuenta mil ducados;
por guantes perfumados para que los soldados no oliesen el hedor de la batalla, doscientos millones de ducados;
por reponer las campanas averiadas a causa del continuo repicar a victoria, ciento setenta mil ducados;
y, finalmente, por la paciencia de tener que descender a estas pequeñeces del rey
a quien HE REGALADO UN REINO, cien millones de ducados".
Estas eran las cuentas que el Castellano Gonzalo Fernandez de Córdoba mostró al rey catalán Fernando de Aragón (nació en Barcelona y era descendiente directo de los condes de Cataluña), desde la unión de Castilla con Aragón el problema único siempre ha sido y será el dinero que unas tierras tuvimos que aportar para engrandecer otras que ahora no quieren aportar.