Las personas que tienen derecho a voto, tienen el derecho a votar y la obligación de cambiar el sentido de su voto cuando los votados les mienten y hacen cosas con las que están en desacuerdo. Si les siguen votando es porque están de acuerdo con lo que hacen los políticos a los que votan y por lo tanto son mucho más culpables que ellos.
Las personas que votan en Cataluña tienen una oportunidad histórica en sus próximas elecciones autonómicas. Si ganan los partidos que se quieren separar del resto de ciudadanos españoles, será porque la mayoría de ciudadanos que tienen derecho a voto en Cataluña apoyan esas ideas. Si los votantes de Cataluña desean seguir juntos con el resto de españoles, que lo demuestren votando a partidos que defienden estas ideas. Más fácil no lo pueden tener. En caso contrario que tengan el valor de atenerse a las consecuencias de sus actos. Yo soy de Santomera, de la Región de Murcia y de España, sintiéndome muy orgulloso de estas tres raíces a las que pertenezco, de la misma forma, que pienso, debería sentirse cualquiera de las suyas. El que odia sus raíces se desprecia a sí mismo.
Cuando un ciudadano español que no vive en Cataluña ve el odio que los votantes catalanes tienen hacia los habitantes del resto de España, es para tenerles pena, y al mismo tiempo darles una gran lección, gastando nuestro dinero en los productos de otras TIERRAS ESPAÑOLAS cuyos habitantes nos aprecian, defendiendo, así, los puestos de trabajo de aquellos que nos quieren.
Si los catalanes desean que el resto de españoles compremos sus productos, que actúen en consecuencia en sus próximas elecciones autonómicas.
Las personas que votan en Cataluña tienen una oportunidad histórica en sus próximas elecciones autonómicas. Si ganan los partidos que se quieren separar del resto de ciudadanos españoles, será porque la mayoría de ciudadanos que tienen derecho a voto en Cataluña apoyan esas ideas. Si los votantes de Cataluña desean seguir juntos con el resto de españoles, que lo demuestren votando a partidos que defienden estas ideas. Más fácil no lo pueden tener. En caso contrario que tengan el valor de atenerse a las consecuencias de sus actos. Yo soy de Santomera, de la Región de Murcia y de España, sintiéndome muy orgulloso de estas tres raíces a las que pertenezco, de la misma forma, que pienso, debería sentirse cualquiera de las suyas. El que odia sus raíces se desprecia a sí mismo.
Cuando un ciudadano español que no vive en Cataluña ve el odio que los votantes catalanes tienen hacia los habitantes del resto de España, es para tenerles pena, y al mismo tiempo darles una gran lección, gastando nuestro dinero en los productos de otras TIERRAS ESPAÑOLAS cuyos habitantes nos aprecian, defendiendo, así, los puestos de trabajo de aquellos que nos quieren.
Si los catalanes desean que el resto de españoles compremos sus productos, que actúen en consecuencia en sus próximas elecciones autonómicas.