Universidad de Barcelona de Geografía e Historia
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La República Catalana
La proclamación de la República catalana es un acontecimiento histórico injustamente tratado y valorado. Mucho se ha discutido y argumentado sobre si el carácter de la misma era secesionista o simplemente federalista.
En este breve artículo vamos a tratar de descifrar las claves de lo que allí ocurrió, claves que normalmente, como suelen ser la de casi todos los asuntos catalanes, son muy sencillas de comprender, pero que como suele ocurrir, también casi siempre, muchos se encargan de retorcer.
Muchas veces se ha dicho que la proclamación de la República Catalana, el día 14 de abril de 1931 fue un acto claramente separatista. Nada más alejado de la verdad histórica. Afortunadamente, los documentos de aquella fecha son incuestionables y por muchos rumores que se quiera utilizar para abrir polémica sobre lo entonces sucedido, no dejan de ser infundios, cuando no simples mentiras.
La mediodía de ese día de abril, el líder catalanista Francesc Macià, antiguo coronel de Ingenieros del Ejército español, proclamó la República Catalana, de manera indiscutible, en la barcelonesa plaza de Sant Jaume (lugar en donde se encuentra el 'Palau de la Generalitat' y el 'Ajuntament de Barcelona'). En ese momento no había un gran número de personas en la misma, a diferencia de hoy -donde auténticas manadas de turistas la recorren sin descanso-. Los que por allí transitaban se detuvieron un tanto extrañados al comprobar que Macià les dirigía, primero desde el balcón del ayuntamiento, sobre las dos del mediodía, y poco después, desde el Palacio de la Generalitat de Catalunya, toda una declaración histórica (*).
Desde el mismo momento de la "proclamación" la noticia comienza a extenderse por toda la ciudad y por toda Cataluña. A las tres de la tarde de ese mismo día 14 de abril la plaza de Sant Jaume comienza a llenarse de gente, a las cuatro está llena por completo. Los ciudadanos se agolpan esperando que el Presidente de la República Catalana, Francesc Macià, les de alguna otra noticia. Este había tomado el poder pacíficamente, poniendo la mano en el hombro, como símbolo de fuerza, del presidente de la Diputación, señor Maluquer, veterano regionalista catalán, que abandonó el Palau de la Generalitat sin que nadie le molestara. El paso de de la Monarquía a la República se celebró entre grandes manifestaciones de entusiasmo popular pero sin ninguna clase de violencia -y eso que Barcelona y su cinturon no eran precisamente una balsa de aceite... Todavía estaban frescos en la memoria colectiva los acontecimientos sucedidos en la ciudad condal y que tomaron el nombre de "Semana Trágica"-
Esa noche, un bando difundido por la propia autoridad militar (en su versión castellana) aclaraba los principios de la República Catalana: "Interpretando el sentimiento y los anhelos del pueblo que nos acaba de dar su sufragio, proclamo la República Catalana como Estado Integrante de la Federación Ibérica. De acuerdo con el Presidente de la República Federal Española, don Niceto Alcala-Zamora"
La declaración continua diciendo: "[...] ratificados los acuerdos tomados en el Pacto de San Sebastián (**), asumo provisionalmente las funciones de Presidente del Gobierno de Cataluña..." Y el comunicado concluye diciendo: "Por Cataluña, por los otros pueblos hermanos de España, por la fraternidad de todos los hombres y de todos los pueblos, catalanes, sabed ser dignos de Cataluña". Creemos que hasta el más lerdo de los mortales puede comprobar que estas no son las palabras de un secesionista, nadie se independizó de nadie, ni nadie proclamó unilateralmente ningún tipo de 'Estat' (Estado), ni siquiera incitó a la creación del mismo. La "fiesta" de ese día concluyó con una manifestación pacífica y multitudinaria que recorrió las principales calles barcelonesas vitoreando a la nueva República y a Macià -muy diferente a lo ocurrido en la villa de Madrid, donde la primera acción de una turbulenta multitud fue la de derribar la estatua de Isabel II de su pedestal y arrastrarla hasta el Covento de las Arrepentidas, encaramarse hasta la estatua de la Cibeles y hacer empuñar a la diosa una bandera tricolor -por cierto, en Barcelona la bandera republicaa se había izado en los edificios públicos dos horas antes que en Madrid- o la de cercar el Palacio de Oriente, donde todavía se encontraban el rey y su familia-.
DIARIO "LA PUBLICITAT" DE BARCELONA.
En la portada del diario catalán "La Publicitat" podían leerse muy diferentes noticias en relación a los acontecimientos sucedidos el día 14 de abril: 'Ahir Francesc Macià proclamà la Republica Catalana a la Diputació de Barcelona' (Ayer Francesc Macià proclamó la República Catalana en la Diputación de Barcelona) o 'A les 9 de la nit l´ex-rei Alfons XIII marxà en automòbil. No se sap on s´ha dirigit. Avui marxaran els seus fills' (A las nueve de la noche el ex-rey Alfonso XIII se marcha en automóvil. No se sabe donde se ha dirigido. Hoy se marcharán sus hijos). Las noticias eran todas referentes a la histórica llegada de la República, pero no puede leerse ni una palabra que hable de 'independencia de Cataluña' -otra fuente de información que invitamos a consultar desde nuestra página es el archivo de 'La Vanguardia', aunque anticipamos que tampoco se podrá encontrar nada al respecto-. Los comentarios a este respecto que apoyan que el 14 de abril de 1931 Macià proclamó unilateralmente la independencia de Cataluña no son dignos de consideración. El problema consistirá en saber los motivos por los que se hacen, aunque en la mayoría de las ocasiones están muy claros...
El historiador Raymond Carr escribe muy acertadamente sobre este periodo: "En Cataluña la dictadura [se refiere a la de Primo de Rivera] había perjudicado a la monarquía de modo irreparable. Los grupos catalanistas republicanos habían crecido a costa de la conservadora Lliga [...] la liquidación republicana más importante de los problemas del pasado fue su solución al problema catalán. El Estatuto Catalán, satisfizo, por fin, a Cataluña y la convirtió en plaza fuerte de la República..."
Eso era lo que verdaderamente pretendía Macià con su proclamación de una Republica Catalana, conseguir un Estatuto lo suficientemente poderoso como para poder gobernar internamente Cataluña evitando las intromisiones de España.
Sin embargo, es posible que algunos historiadores mencionen las conversaciones que tuvieron lugar días después de la caída de la monarquía entre el gobierno de la República española y el propio Macià. Conversaciones que tuvieron que darse por la amenaza del dirigente catalán de proclamar la independencia unilateral.
Visto desde la perspectiva de hoy en día, el movimiento independentista de Macià no dejó de ser más que una prueba de fuerza frente al nuevo orden establecido y no una "declaración" propiamente dicha. De haberlo querido hacer de una manera irreversible, hubiera sido mucho más sencillo hacerlo el mismo día 14 de abril, cuando ni el gobierno ni las instituciones republicanas funcionaban de manera eficaz -y ya bastantes problemas tenían con mantener el orden en Madrid y custodiar a los reyes de las iras del pueblo-. Entonces hubiera sido todo mucho más sencillo... Y, posiblemente, definitivo...
Madrid convino que el poder en Cataluña se entregaría a una Generalitat (nombre en el que se transformó la República Catalana) y que de esa manera perpetuaba las más antiguas tradiciones medievales del Principado. La Generalitat propiamente dicha encuentra su origen en las Cortes catalanas medievales que, en 1359, crearon un organismo permanente para recaudar impuestos al que llamaron Diputació del General o Generalitat. Pronto pasó a tener competencias, no sólo fiscales, sino también políticas (***).
El proyecto de Estatuto Catalán fue sometido a referendum y abrumadoramente aceptado por la población catalana. El 2 de agosto 'l´Avi' (el abuelo), nombre con el que era cariñosamente apodado Macià, pronunció el 'Ja som lliures' ('Ya somos libres'). Y continua diciendo: "Ningún poder humano logrará doblegar la voluntad del pueblo catalán. No dejéis que os muevan la amargura ni el odio... Cataluña será grande entre las naciones civilizadas".
Ciertamente, el 'Estatut' (****) había sido modificado en parte por los partidos derechistas en las Cortes de Madrid pero, aún así, tenía todavía un mundo de posibilidades de explorar para gobernar eficazmente Cataluña.
El 9 de septiembre de 1931 se celebraron las elecciones al 'Parlament de Catalunya' (Parlamento de Cataluña) previstas por el propio Estatuto. La hegemonía en los resultados de Esquerra Republicana y de Macià y la alternativa moderada de la Lliga cerraron el capítulo abierto el 14 de abril de 1931 con la proclamación de la República Catalana.
Nuestrocine
La República Catalana
La proclamación de la República catalana es un acontecimiento histórico injustamente tratado y valorado. Mucho se ha discutido y argumentado sobre si el carácter de la misma era secesionista o simplemente federalista.
En este breve artículo vamos a tratar de descifrar las claves de lo que allí ocurrió, claves que normalmente, como suelen ser la de casi todos los asuntos catalanes, son muy sencillas de comprender, pero que como suele ocurrir, también casi siempre, muchos se encargan de retorcer.
Muchas veces se ha dicho que la proclamación de la República Catalana, el día 14 de abril de 1931 fue un acto claramente separatista. Nada más alejado de la verdad histórica. Afortunadamente, los documentos de aquella fecha son incuestionables y por muchos rumores que se quiera utilizar para abrir polémica sobre lo entonces sucedido, no dejan de ser infundios, cuando no simples mentiras.
La mediodía de ese día de abril, el líder catalanista Francesc Macià, antiguo coronel de Ingenieros del Ejército español, proclamó la República Catalana, de manera indiscutible, en la barcelonesa plaza de Sant Jaume (lugar en donde se encuentra el 'Palau de la Generalitat' y el 'Ajuntament de Barcelona'). En ese momento no había un gran número de personas en la misma, a diferencia de hoy -donde auténticas manadas de turistas la recorren sin descanso-. Los que por allí transitaban se detuvieron un tanto extrañados al comprobar que Macià les dirigía, primero desde el balcón del ayuntamiento, sobre las dos del mediodía, y poco después, desde el Palacio de la Generalitat de Catalunya, toda una declaración histórica (*).
Desde el mismo momento de la "proclamación" la noticia comienza a extenderse por toda la ciudad y por toda Cataluña. A las tres de la tarde de ese mismo día 14 de abril la plaza de Sant Jaume comienza a llenarse de gente, a las cuatro está llena por completo. Los ciudadanos se agolpan esperando que el Presidente de la República Catalana, Francesc Macià, les de alguna otra noticia. Este había tomado el poder pacíficamente, poniendo la mano en el hombro, como símbolo de fuerza, del presidente de la Diputación, señor Maluquer, veterano regionalista catalán, que abandonó el Palau de la Generalitat sin que nadie le molestara. El paso de de la Monarquía a la República se celebró entre grandes manifestaciones de entusiasmo popular pero sin ninguna clase de violencia -y eso que Barcelona y su cinturon no eran precisamente una balsa de aceite... Todavía estaban frescos en la memoria colectiva los acontecimientos sucedidos en la ciudad condal y que tomaron el nombre de "Semana Trágica"-
Esa noche, un bando difundido por la propia autoridad militar (en su versión castellana) aclaraba los principios de la República Catalana: "Interpretando el sentimiento y los anhelos del pueblo que nos acaba de dar su sufragio, proclamo la República Catalana como Estado Integrante de la Federación Ibérica. De acuerdo con el Presidente de la República Federal Española, don Niceto Alcala-Zamora"
La declaración continua diciendo: "[...] ratificados los acuerdos tomados en el Pacto de San Sebastián (**), asumo provisionalmente las funciones de Presidente del Gobierno de Cataluña..." Y el comunicado concluye diciendo: "Por Cataluña, por los otros pueblos hermanos de España, por la fraternidad de todos los hombres y de todos los pueblos, catalanes, sabed ser dignos de Cataluña". Creemos que hasta el más lerdo de los mortales puede comprobar que estas no son las palabras de un secesionista, nadie se independizó de nadie, ni nadie proclamó unilateralmente ningún tipo de 'Estat' (Estado), ni siquiera incitó a la creación del mismo. La "fiesta" de ese día concluyó con una manifestación pacífica y multitudinaria que recorrió las principales calles barcelonesas vitoreando a la nueva República y a Macià -muy diferente a lo ocurrido en la villa de Madrid, donde la primera acción de una turbulenta multitud fue la de derribar la estatua de Isabel II de su pedestal y arrastrarla hasta el Covento de las Arrepentidas, encaramarse hasta la estatua de la Cibeles y hacer empuñar a la diosa una bandera tricolor -por cierto, en Barcelona la bandera republicaa se había izado en los edificios públicos dos horas antes que en Madrid- o la de cercar el Palacio de Oriente, donde todavía se encontraban el rey y su familia-.
DIARIO "LA PUBLICITAT" DE BARCELONA.
En la portada del diario catalán "La Publicitat" podían leerse muy diferentes noticias en relación a los acontecimientos sucedidos el día 14 de abril: 'Ahir Francesc Macià proclamà la Republica Catalana a la Diputació de Barcelona' (Ayer Francesc Macià proclamó la República Catalana en la Diputación de Barcelona) o 'A les 9 de la nit l´ex-rei Alfons XIII marxà en automòbil. No se sap on s´ha dirigit. Avui marxaran els seus fills' (A las nueve de la noche el ex-rey Alfonso XIII se marcha en automóvil. No se sabe donde se ha dirigido. Hoy se marcharán sus hijos). Las noticias eran todas referentes a la histórica llegada de la República, pero no puede leerse ni una palabra que hable de 'independencia de Cataluña' -otra fuente de información que invitamos a consultar desde nuestra página es el archivo de 'La Vanguardia', aunque anticipamos que tampoco se podrá encontrar nada al respecto-. Los comentarios a este respecto que apoyan que el 14 de abril de 1931 Macià proclamó unilateralmente la independencia de Cataluña no son dignos de consideración. El problema consistirá en saber los motivos por los que se hacen, aunque en la mayoría de las ocasiones están muy claros...
El historiador Raymond Carr escribe muy acertadamente sobre este periodo: "En Cataluña la dictadura [se refiere a la de Primo de Rivera] había perjudicado a la monarquía de modo irreparable. Los grupos catalanistas republicanos habían crecido a costa de la conservadora Lliga [...] la liquidación republicana más importante de los problemas del pasado fue su solución al problema catalán. El Estatuto Catalán, satisfizo, por fin, a Cataluña y la convirtió en plaza fuerte de la República..."
Eso era lo que verdaderamente pretendía Macià con su proclamación de una Republica Catalana, conseguir un Estatuto lo suficientemente poderoso como para poder gobernar internamente Cataluña evitando las intromisiones de España.
Sin embargo, es posible que algunos historiadores mencionen las conversaciones que tuvieron lugar días después de la caída de la monarquía entre el gobierno de la República española y el propio Macià. Conversaciones que tuvieron que darse por la amenaza del dirigente catalán de proclamar la independencia unilateral.
Visto desde la perspectiva de hoy en día, el movimiento independentista de Macià no dejó de ser más que una prueba de fuerza frente al nuevo orden establecido y no una "declaración" propiamente dicha. De haberlo querido hacer de una manera irreversible, hubiera sido mucho más sencillo hacerlo el mismo día 14 de abril, cuando ni el gobierno ni las instituciones republicanas funcionaban de manera eficaz -y ya bastantes problemas tenían con mantener el orden en Madrid y custodiar a los reyes de las iras del pueblo-. Entonces hubiera sido todo mucho más sencillo... Y, posiblemente, definitivo...
Madrid convino que el poder en Cataluña se entregaría a una Generalitat (nombre en el que se transformó la República Catalana) y que de esa manera perpetuaba las más antiguas tradiciones medievales del Principado. La Generalitat propiamente dicha encuentra su origen en las Cortes catalanas medievales que, en 1359, crearon un organismo permanente para recaudar impuestos al que llamaron Diputació del General o Generalitat. Pronto pasó a tener competencias, no sólo fiscales, sino también políticas (***).
El proyecto de Estatuto Catalán fue sometido a referendum y abrumadoramente aceptado por la población catalana. El 2 de agosto 'l´Avi' (el abuelo), nombre con el que era cariñosamente apodado Macià, pronunció el 'Ja som lliures' ('Ya somos libres'). Y continua diciendo: "Ningún poder humano logrará doblegar la voluntad del pueblo catalán. No dejéis que os muevan la amargura ni el odio... Cataluña será grande entre las naciones civilizadas".
Ciertamente, el 'Estatut' (****) había sido modificado en parte por los partidos derechistas en las Cortes de Madrid pero, aún así, tenía todavía un mundo de posibilidades de explorar para gobernar eficazmente Cataluña.
El 9 de septiembre de 1931 se celebraron las elecciones al 'Parlament de Catalunya' (Parlamento de Cataluña) previstas por el propio Estatuto. La hegemonía en los resultados de Esquerra Republicana y de Macià y la alternativa moderada de la Lliga cerraron el capítulo abierto el 14 de abril de 1931 con la proclamación de la República Catalana.