La creciente desigualdad de renta en Estados Unidos tiene su mayor traslación en las grandes ciudades, donde se hace más palpable y real la acuciante brecha de ingresos entre ricos y pobres. Una problemática profunda, con múltiples causas y ramificaciones, que el presidente Barack Obama ha puesto en el foco del debate legislativo en los últimos meses al tildarla como “el mayor desafío de nuestro tiempo”, y que revela cómo los coletazos de la crisis económica de 2008 han golpeado mucho más a los ricos que a los pobres, y han mermado notablemente los fundamentos de la clase media norteamericana.
Según un reciente informe de Brookings,
Según un reciente informe de Brookings,