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ELO Y CLARA. Voy a terminar. Nos hemos metido en un tema distinto al que estamos tratando que es: UNA LEONESA QUE DEFIENDE A CATALUÑA. Terminaré aquí lo referente a la España de 1939-1975.

Como íbamos diciendo las cosas habían cambiado para Franco, vuestro dictador que, casualidad de la vida, TAMBIÉN LO FUE MÍO. El primer gran éxito de Franco fue la firma en 1953, de un Concordato con la Santa Sede. Este mismo año se firmaron los acuerdos bilaterales hispano-norteamericanos por los que España permitía a EE. UU la utilización de bases militares en su territorio (Torrejón, Zaragoza, Morón y Rota) a cambio de una sustancial ayuda económica. Cuando en diciembre de 1959, el presidente norteamericano Eisenhower visitó oficialmente a Franco, España era ya miembro de pleno derecho de la comunidad internacional. Sí Clara, sí Elo, aunque siempre os pasáis criticando (yo también lo hago, Franco fue un dictador que cometió grandes errores y tragedias) pero poco a poco y a pesar de que en España había una férrea dictadura, fuimos reconocidos.

A lo largo de los años 50, el régimen de Franco logró consolidarse plenamente. Este proceso de consolidación se inició con la LEY DE SUCESIÓN DE 1947 que definió a España como reino. Franco optaba por una resolución monárquica, pero la ley afirmaba al mismo tiempo LA NATURALEZA PERMANENTE DE SU PODER PERSONAL. ¿Qué tío, eh, Clara y Elo? ¡Menudo listo que nos salió el "tío Paco". Terminaré en el tema de FRANCO.

Mientras tanto, sin ningún resentimiento hacia vosotras dos os deseo un buen día.

Un saludo.

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sección femenina
Sección femenina, imagen en "En días de
lluvia", dominio público

Por si todo esto fuera poco, los valores de la Iglesia dominaron la moral y las costumbres públicas de los españoles en su afán de recristianizar el país. Las prácticas y ritos religiosos se introdujeron en todos los aspectos de nuestras vidas, procesiones, novenas, misas obligatorias, etc. Incluso se promulgaron las "normas de decencia cristiana" donde se establecían como tenían que ser los trajes de baño, los vestidos, hasta se daban indicaciones sobre la longitud de las mangas, los escotes y las faldas.

La mujer sufrió la pérdida de los derechos conquistados en la II República, estaba subordinada al hombre, no existían ni el divorcio, ni la coeducación. El papel de la mujer era el de portadora de los valores morales, guardiana del hogar y puntal de la familia. Su destino era estar sometidas al hombre y claramente relegada al papel tradicional de madre y esposa. Para cualquier cuestión necesitaba que la representara el marido, incluso necesitaba el permiso de éste para poder trabajar fuera de casa. Desde pequeñas se les enseñaban los trabajos del hogar y “sus labores”. En definitiva, vivía una clara discriminación familiar, social, laboral y económica (salarios más bajos), que pervivió hasta los años