La Sra. Marta Rovira al igual que su jefe son mentirosos compulsivos. En el caso de la primera, por ser gravísimas las acusaciones, tendrían que instarla a decir quien se lo ha dicho, llegar hasta el final, si es una calumnia como muchas de las que hemos oído estos días que se responsabilice de ello, está persona no es una tuitera cualquiera, puede llegar a presidenta de la comunidad, si se demuestra que es inventado, no es apta de representar el gobierno al que va a optar. Porque siempre hay quien lo cree, ya sabemos eso de calumnia, que algo queda.