Pablo Romero, hijo de una víctima de ETA, exige a los militares que escribieron al Rey que se respete la memoria de su padre y “no se use su dramático asesinato para finalidades claramente antidemocráticas”
Está en su perfecto derecho, lo mismo que los que apoyan a los militares, aquí los ASESINOS SON LOS ETARRAS, los demás son víctimas de estos sicarios.