Oigo, Patria, tu aflicción... y cuando digo Patria no me refiero a lo que el poeta entendía por tal. Cataluña tiene razón cuando quiere que allí se hable catalán, Euskadi tiene razón cuando quiere lo mismo, Galicia tiene razón, Castilla, Aragón Valencia, Extremadura, Andalucía... todos tienen razón, pero nadie la tenemos cuando cada vez buscamos con más ahínco lo que nos diferencia de los otros, lo que nos separa que lo que nos une (el hecho diferencial, que diría Pujol). Cataluña no es tolerante, no, no lo es, ni Euskadi, ni Castilla, ni Galicia ni tantas otras comunidades. Cada vez nos atrincheramos más en nuestro pequeño reducto y tratamos de convercer a los demás de que la razón está de nuestra parte. ¡Qué envidia me da cuando veo a un inglés, francés, italiano o uzbeko orgullosos de serlo! En España no, en España se odia cada vez más esa palabra en amplios sectores y uno termina preguntándose: ¿Soy yo realmente español? Chindasvinto