Un catalán de viaje por Andalucia se para en un cortijo y pide agua fresca al dueño del cortijo, este llama a su nieto y le grita ¡DIPLOMA! trae el botijo con el agua para este Sr. beba. El catalan, se queda un poco mosqueado con el nombre del niño y le pregunta al abuelo... ¿como es que le ha puesto ese nombre al nieto? y el abuelo le dice... mire, yo tengo una hija que se fue a Barcelona para hacer un curso de corte y confección y ese fue el DIPLOMA que me trajo.