José, Miguel, María y Tomás hablan sobre los empleos de sus sueños.
—Me gustaría ser abogado —dice José—, para así poder defender a mis compatriotas.
—Me gustaría estar en el congreso —dice Miguel—, para proponer leyes que beneficien a mis compatriotas.
—Yo quiero ser doctora —dice María—, para poder atender a mis compatriotas.
—Y tú, Tomás, ¿qué te gustaría ser? —preguntá José.
— ¡Yo quiero ser compatriota!
—Me gustaría ser abogado —dice José—, para así poder defender a mis compatriotas.
—Me gustaría estar en el congreso —dice Miguel—, para proponer leyes que beneficien a mis compatriotas.
—Yo quiero ser doctora —dice María—, para poder atender a mis compatriotas.
—Y tú, Tomás, ¿qué te gustaría ser? —preguntá José.
— ¡Yo quiero ser compatriota!
Bueno, los has contado mejores. Aprobado por mi parte.
Hay que penetrar en la esencia del chiste. No podemos quedarnos en la superficie.