Un amigo me comento hace un par de días que tiene una vecina muy habladora que cada vez que lo coge en la escalera o en la calle no puede despegarse de ella BLA, BLA, BLA. Su marido le confeso el otro día que por la noche, cuando se acuesta, se saca la lengua, la deja en la mesita de noche y le dice... anda, descansa, que menudo día te espera mañana.