Ah, y a Esperanza la llamaba Desesperanza, la tuve de ministra mucho tiempo, demasiado; todavía no me han llevado a los tribunales.
Nunca es tarde, ten a mano una mochila por si las moscas.
Vale, sólo pido que haya piscina.
Si hombre y si te parece tiendas de boutique, no te fastidia, date por contenta que te dejamos cerca y como protestes a Topas, que están peor.
Pues a Topas y me vas a ver de vez en cuando.
Los encarguitos me los haces tú en Salamanca.
Los encarguitos me los haces tú en Salamanca.