Las urnas han hablado. Y Artur Mas también. Tras los resultados electorales del domingo pasado, que por primera vez dieron la victoria a CiU en Cataluña, el presidente catalán se siente «legitimado» para endurecer su política de austeridad y ayer anunció que bajará de nuevo el sueldo de los funcionarios públicos, subirá el precio del agua y del transporte público, aumentará las tasas universitarias y aplicará un «ticket moderador» en la sanidad pública —expresión utilizada ya en el informe Abril Martorell de 1991 sobre la reforma sanitaria—.
Con estas medidas de contención del gasto público, que han pillado fuera de juego a algunos de los consejeros del Ejecutivo autonómico, se prevé obtener unos ingresos de mil millones de euros. Mas confía en que, además de este ahorro, el nuevo Gobierno de España transfiera finalmente los 1.430 millones de euros del fondo de competitividad que Cataluña ha reclamado, y se negocie una mejora de la financiación autonómica, que CiU quisiera ver aprobada en forma de pacto fiscal. De esta forma, dijo el líder nacionalista, la peor fase de los recortes habría finalizado en 2013.
El dirigente catalán ofreció al PP colaboración mutua, tanto para aprobar los presupuestos de la Generalitat de 2012, como para apoyar el proyecto económico del futuro presidente Mariano Rajoy, pues los nacionalistas están convencidos de que las medidas anunciadas por Mas encajan en la hoja de ruta del líder popular. El PP catalán, que ya apoyó a CiU en las cuentas de 2011, ve con buenos ojos esos ajustes que la izquierda ha llegado a calificar de «fraude democrático» por no haber sido anunciadas antes de las elecciones generales.
ABC, Cataluña
Con estas medidas de contención del gasto público, que han pillado fuera de juego a algunos de los consejeros del Ejecutivo autonómico, se prevé obtener unos ingresos de mil millones de euros. Mas confía en que, además de este ahorro, el nuevo Gobierno de España transfiera finalmente los 1.430 millones de euros del fondo de competitividad que Cataluña ha reclamado, y se negocie una mejora de la financiación autonómica, que CiU quisiera ver aprobada en forma de pacto fiscal. De esta forma, dijo el líder nacionalista, la peor fase de los recortes habría finalizado en 2013.
El dirigente catalán ofreció al PP colaboración mutua, tanto para aprobar los presupuestos de la Generalitat de 2012, como para apoyar el proyecto económico del futuro presidente Mariano Rajoy, pues los nacionalistas están convencidos de que las medidas anunciadas por Mas encajan en la hoja de ruta del líder popular. El PP catalán, que ya apoyó a CiU en las cuentas de 2011, ve con buenos ojos esos ajustes que la izquierda ha llegado a calificar de «fraude democrático» por no haber sido anunciadas antes de las elecciones generales.
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