Tenemos un gran problema. Si utilizamos la ley y esta aplica sentencias que sirvan de escarmiento y aviso para posibles delincuentes de altura, lo que obtendremos será un efecto contrario. No es nada simple el tema. Pongamos el caso de un delincuente político entrado en edad y posiblemente afectado por alguna enfermedad seria. Lo primero que avaluará (no hay que olvidar que en muchos casos, sienten ansias de venganza por haber sido descubiertos) es, que llegado a esa situación, le merezca la pena ... (ver texto completo)