Independencia de Cataluña.
Los catalanes sí quieren el 155... en la Lotería.
ROBERTO BÉCARES. Barcelona.
20 OCT. 2017 07:31.
Nada más descolgar el teléfono, la voz de la lotera de la administración número 3 de Lloret de Mar, Nati, señala al otro lado de la línea, sin dar oportunidad ni a preguntar: "Si llamas por el 00155 no lo tenemos ya". ¿Telequinesia? No. La razón es tan sencilla como inquietante. La aplicación en ciernes del Gobierno del artículo 155 sobre la autonomía de Cataluña ha despertado el interés de los más supersticiosos de cara al sorteo de Navidad. "Llevo tres días que el teléfono no para de sonar, pero sólo teníamos diez números". La conversación se repite en todas las administraciones de Cataluña que vendían el número: Llança, Barcelona o Sant Joan de los Abadesses. "Lo vendímos rapidísimo, en pocos días". "En una mañana me pueden llamar entre 15 o 20 personas". "Trajimos solo una serie, llamaron un día y vinieron a por él, y se lo llevaron". Todas ellas reciben avalanchas de llamadas y correos electrónicos a diario para saber si todavía está disponible. "Sólo pedimos una hoja -diez décimos- antes de que pasara todo esto y ya no nos queda", admiten con cierta lastima en Sant Joan.
"Metes el número en la máquina y no aparece, así que debe de estar agotado", aprecia Pedro, administrador de la número 97 de Barcelona, que señala que lo vendieron antes del gran revuelo sobre la aplicación del artículo. Tan complicado es hallar el preciado billete que tampoco está disponible en la meca de la Lotería, en la Bruixa d'Or de Sort. "Fue de los primeros que se agotó, alrededor de 150 décimos en apenas diez minutos, pero no me satisface en absoluto haberlo vendido. Me gustan más los números alegres, como tu código postal, pero no artículo de ese calibre", señala Xavier Gabriel, el dueño de la bruja más famosa de España, que después de romper el silencio sobre el conflicto y anunciar que traslada la sede social de sus negocios a Navarra y Madrid, ha aumentado sus pedidos "un 275% en sólo cuatro días". Pese a las llamadas al boicot desde sectores independentistas, en estos cuatro días ha recaudado 300.000 euros más que en estas mismas fechas el año pasado."Sólo puedo dar las gracias a Cataluña y a toda España", afirma Xavier, para explicar que ha recibido "muchísimo" apoyo de mucha gente, y "gente muy importante". Y hace una llamada de auxilio: "Hay muchos catalanes que se sienten como yo, que aman Cataluña, pero quieren seguir siendo españoles". "A mí los números pequeños me gustan. No los suelen querer en las administraciones así que los suelo acaparar", añade Xavier, cuyo negocio factura anualmente 100 millones de euros. En el otro hiper de la fortuna, Doña Manolita, tampoco quedan boletos, tras venderse más de 150. "Los vendimos hace tiempo", admiten en la administración. Desde Administración de Loterías del Estado señalan que no tienen por qué estar agotado los 1.700 boletos del número, ya que está "muy repartido" por varias comunidades y "puede haber algo físicamente impreso" aunque esté agotado en el terminal. Toledo, Manises o Gijón son algunos de los municipios donde se vendía.
Los catalanes sí quieren el 155... en la Lotería.
ROBERTO BÉCARES. Barcelona.
20 OCT. 2017 07:31.
Nada más descolgar el teléfono, la voz de la lotera de la administración número 3 de Lloret de Mar, Nati, señala al otro lado de la línea, sin dar oportunidad ni a preguntar: "Si llamas por el 00155 no lo tenemos ya". ¿Telequinesia? No. La razón es tan sencilla como inquietante. La aplicación en ciernes del Gobierno del artículo 155 sobre la autonomía de Cataluña ha despertado el interés de los más supersticiosos de cara al sorteo de Navidad. "Llevo tres días que el teléfono no para de sonar, pero sólo teníamos diez números". La conversación se repite en todas las administraciones de Cataluña que vendían el número: Llança, Barcelona o Sant Joan de los Abadesses. "Lo vendímos rapidísimo, en pocos días". "En una mañana me pueden llamar entre 15 o 20 personas". "Trajimos solo una serie, llamaron un día y vinieron a por él, y se lo llevaron". Todas ellas reciben avalanchas de llamadas y correos electrónicos a diario para saber si todavía está disponible. "Sólo pedimos una hoja -diez décimos- antes de que pasara todo esto y ya no nos queda", admiten con cierta lastima en Sant Joan.
"Metes el número en la máquina y no aparece, así que debe de estar agotado", aprecia Pedro, administrador de la número 97 de Barcelona, que señala que lo vendieron antes del gran revuelo sobre la aplicación del artículo. Tan complicado es hallar el preciado billete que tampoco está disponible en la meca de la Lotería, en la Bruixa d'Or de Sort. "Fue de los primeros que se agotó, alrededor de 150 décimos en apenas diez minutos, pero no me satisface en absoluto haberlo vendido. Me gustan más los números alegres, como tu código postal, pero no artículo de ese calibre", señala Xavier Gabriel, el dueño de la bruja más famosa de España, que después de romper el silencio sobre el conflicto y anunciar que traslada la sede social de sus negocios a Navarra y Madrid, ha aumentado sus pedidos "un 275% en sólo cuatro días". Pese a las llamadas al boicot desde sectores independentistas, en estos cuatro días ha recaudado 300.000 euros más que en estas mismas fechas el año pasado."Sólo puedo dar las gracias a Cataluña y a toda España", afirma Xavier, para explicar que ha recibido "muchísimo" apoyo de mucha gente, y "gente muy importante". Y hace una llamada de auxilio: "Hay muchos catalanes que se sienten como yo, que aman Cataluña, pero quieren seguir siendo españoles". "A mí los números pequeños me gustan. No los suelen querer en las administraciones así que los suelo acaparar", añade Xavier, cuyo negocio factura anualmente 100 millones de euros. En el otro hiper de la fortuna, Doña Manolita, tampoco quedan boletos, tras venderse más de 150. "Los vendimos hace tiempo", admiten en la administración. Desde Administración de Loterías del Estado señalan que no tienen por qué estar agotado los 1.700 boletos del número, ya que está "muy repartido" por varias comunidades y "puede haber algo físicamente impreso" aunque esté agotado en el terminal. Toledo, Manises o Gijón son algunos de los municipios donde se vendía.