Detectan, por primera vez, una emisión de radio que parece venir de un planeta.
De confirmarse, el hallazgo abriría una nueva ventana para el estudio de exoplanetas más allá de nuestro Sistema Solar.
José Manuel Nieves.
Actualizado: 18/12/2020 01:05h.
Un equipo internacional de científicos, bajo la dirección de investigadores de la Universidad de Cornell, ha conseguido detectar ráfagas de radio procedentes de la constelación de Boötes, a 51 años luz de la Tierra. Sin embargo, la señal detectada no parece venir de ninguna de las estrellas de la constelación, sino de un exoplaneta. Si el hallazgo se confirma, sería la primera emisión de radio captada directamente de un planeta más allá de nuestro Sistema Solar.
Los investigadores, liderados Jake D. Turner, de la Universidad de Cornell, Philippe Zarka, del Observatorio de París, y Jean-Mathias Griessmeier, de la Universidad de Orleans acaban de publicar su hallazgo en el último número de la revista Astronomy & Astrophysics.
«Presentamos uno de los primeros indicios que existen de la detección de emisiones de radio de un exoplaneta —explica Turner—. La señal procede del sistema Tau Boötes, que contiene una estrella binaria orbitada por un planeta. Abogamos por una emisión del propio planeta, ya que debido a la fuerza y polarización de la señal de radio y el campo magnético planetario, es compatible con las previsiones teóricas».
Una nueva ventana para estudiar exoplanetas.
Los investigadores aseguran que si esta detección se confirma a través de otras observaciones, «se abrirá una nueva ventana para estudiar exoplanetas, brindándonos una forma novedosa de examinar mundos alienígenas que están a decenas de años luz de distancia».
Utilizando el radiotelescopio LOFAR (Low Frequency Array), en los Países Bajos, Turner y sus colegas lograron descubrir ráfagas de radio emitidas por un sistema estelar que alberga un exoplaneta del tipo «Júpiter caliente», un gigante gaseoso que orbita a muy corta distancia de su sol. Un mundo, pues, gaseoso y ardiente y en el que no podría haber surgido la vida tal y como nosotros la conocemos.
El grupo también estudió otros posibles candidatos a emisiones de radio planetarias en los sistemas 55 Cancri (en la constelación de Cáncer) y Upsilon Andromedae. Pero solo el sistema estelar Tau Boötes, que se encuentra a unos 51 años luz de la Tierra, mostró emisiones de radio significativas en el campo magnético del planeta.
Radiografía planetaria.
La observación del campo magnético de un exoplaneta puede ayudar a los astrónomos a descifrar sus propiedades atmosféricas e interiores, así como la física de las interacciones entre el propio planeta y su estrella anfitriona. Por ejemplo, dijo Turner, de la misma forma en que el campo magnético de la Tierra nos protege de los peligros del viento solar, «el campo magnético de exoplanetas similares a la Tierra puede contribuir a su posible habitabilidad, protegiendo sus propias atmósferas del viento solar y los rayos cósmicos».
Hace ya dos años, Turner y sus colegas examinaron la firma de radio de Júpiter, y escalaron esas emisiones para imitar las posibles firmas de exoplanetas distantes similares a Júpiter. Esa fue la «plantilla» que los investigadores han utilizado ahora para buscar emisiones de radio procedentes de exoplanetas a distancias comprendidas entre 40 y 100 años luz.
De este modo, y tras más de cien horas de observaciones, los investigadores consiguieron encontrar la firma de emisión de radio en el Júpiter caliente de Tau Boötes. Aprendimos de nuestro propio Júpiter cómo es este tipo de emisión —señala Turner—. Después fuimos a buscarla y la encontramos».
Con todo, la firma detectada es muy débil. De modo que para Turner «sigue existiendo cierta incertidumbre de que la señal de radio detectada sea realmente del planeta. La necesidad de otras observaciones de seguimiento resulta crítica».
Dicho y hecho, el propio equipo de Turner ya ha comenzado una nueva campaña de observación para confirmar su hallazgo y en la que utilizará múltiples radiotelescopios para dar seguimiento a la señal de Tau Boötes.
De confirmarse, el hallazgo abriría una nueva ventana para el estudio de exoplanetas más allá de nuestro Sistema Solar.
José Manuel Nieves.
Actualizado: 18/12/2020 01:05h.
Un equipo internacional de científicos, bajo la dirección de investigadores de la Universidad de Cornell, ha conseguido detectar ráfagas de radio procedentes de la constelación de Boötes, a 51 años luz de la Tierra. Sin embargo, la señal detectada no parece venir de ninguna de las estrellas de la constelación, sino de un exoplaneta. Si el hallazgo se confirma, sería la primera emisión de radio captada directamente de un planeta más allá de nuestro Sistema Solar.
Los investigadores, liderados Jake D. Turner, de la Universidad de Cornell, Philippe Zarka, del Observatorio de París, y Jean-Mathias Griessmeier, de la Universidad de Orleans acaban de publicar su hallazgo en el último número de la revista Astronomy & Astrophysics.
«Presentamos uno de los primeros indicios que existen de la detección de emisiones de radio de un exoplaneta —explica Turner—. La señal procede del sistema Tau Boötes, que contiene una estrella binaria orbitada por un planeta. Abogamos por una emisión del propio planeta, ya que debido a la fuerza y polarización de la señal de radio y el campo magnético planetario, es compatible con las previsiones teóricas».
Una nueva ventana para estudiar exoplanetas.
Los investigadores aseguran que si esta detección se confirma a través de otras observaciones, «se abrirá una nueva ventana para estudiar exoplanetas, brindándonos una forma novedosa de examinar mundos alienígenas que están a decenas de años luz de distancia».
Utilizando el radiotelescopio LOFAR (Low Frequency Array), en los Países Bajos, Turner y sus colegas lograron descubrir ráfagas de radio emitidas por un sistema estelar que alberga un exoplaneta del tipo «Júpiter caliente», un gigante gaseoso que orbita a muy corta distancia de su sol. Un mundo, pues, gaseoso y ardiente y en el que no podría haber surgido la vida tal y como nosotros la conocemos.
El grupo también estudió otros posibles candidatos a emisiones de radio planetarias en los sistemas 55 Cancri (en la constelación de Cáncer) y Upsilon Andromedae. Pero solo el sistema estelar Tau Boötes, que se encuentra a unos 51 años luz de la Tierra, mostró emisiones de radio significativas en el campo magnético del planeta.
Radiografía planetaria.
La observación del campo magnético de un exoplaneta puede ayudar a los astrónomos a descifrar sus propiedades atmosféricas e interiores, así como la física de las interacciones entre el propio planeta y su estrella anfitriona. Por ejemplo, dijo Turner, de la misma forma en que el campo magnético de la Tierra nos protege de los peligros del viento solar, «el campo magnético de exoplanetas similares a la Tierra puede contribuir a su posible habitabilidad, protegiendo sus propias atmósferas del viento solar y los rayos cósmicos».
Hace ya dos años, Turner y sus colegas examinaron la firma de radio de Júpiter, y escalaron esas emisiones para imitar las posibles firmas de exoplanetas distantes similares a Júpiter. Esa fue la «plantilla» que los investigadores han utilizado ahora para buscar emisiones de radio procedentes de exoplanetas a distancias comprendidas entre 40 y 100 años luz.
De este modo, y tras más de cien horas de observaciones, los investigadores consiguieron encontrar la firma de emisión de radio en el Júpiter caliente de Tau Boötes. Aprendimos de nuestro propio Júpiter cómo es este tipo de emisión —señala Turner—. Después fuimos a buscarla y la encontramos».
Con todo, la firma detectada es muy débil. De modo que para Turner «sigue existiendo cierta incertidumbre de que la señal de radio detectada sea realmente del planeta. La necesidad de otras observaciones de seguimiento resulta crítica».
Dicho y hecho, el propio equipo de Turner ya ha comenzado una nueva campaña de observación para confirmar su hallazgo y en la que utilizará múltiples radiotelescopios para dar seguimiento a la señal de Tau Boötes.