Hace casi dos mil años, las Sagradas Escrituras pintaron un cuadro extraordinariamente preciso de la situación social de nuestra época. Predijeron:
"En los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, desagradecidos, desleales, sin tener cariño natural, sin amor del bien, calumniadores, blasfemos, traicioneros, testarudos, soberbios, hinchados de orgullo, amadores de placeres más bien que amadores de Dios". (2 Timoteo 3:1-4)
¿Puede negarse que todo eso y más, sucede ya en nuestro tiempo?
"En los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, desagradecidos, desleales, sin tener cariño natural, sin amor del bien, calumniadores, blasfemos, traicioneros, testarudos, soberbios, hinchados de orgullo, amadores de placeres más bien que amadores de Dios". (2 Timoteo 3:1-4)
¿Puede negarse que todo eso y más, sucede ya en nuestro tiempo?