¡Qué decirte, Andrés! Tengo el cuartel de la Guardia Civil a cien metros de mi casa y soy amigo personal del Comandante del mismo. Te voy a confesar algo que les pondrá los pelos como escarpias a algunos que, contra mí, depotrican, porque su vileza y mezquindad les impulsa a suponer mala intención a las cosas que no entienden. Como te decía: Por mis venas, mi buen amigo anarquista, corre sangre de la Benemérita. Mi abuelo materno fue Teniente Coronel en la España republicana y castigado en la guerra fratricida por negarse a firmar la orden de fusilamiento a mucha gente del pueblo. Por si fuera poco, mi esposa es hija del Cuerpo y su padre un guardia civil de pro. Según él, podemos cerrar el Foro y hacerle pagar un buen dinero a más de un insensato. Hazte, pues, una idea de si puedo llegar lejos. Pero, prefiero conceder un compás de espera y no causar perjuicio a tanta gente, que se comporta con bastante corrección.
Llevo muy mal las injurias contra personas valerosas que sólo hacen que cumplir con su deber, incluso sacrificando sus vidas por los demás en muchas ocasiones. Mi posición no es muy fácil de sostener, por mis prejuicios morales y espirituales, pero tomé una decisión firme y no pienso volverme atrás, salvo que la cordura vuelva a algunos que la han perdido y dejen de dar la tabarra. Sólo pido eso: Libertad toda, pero sin creer que todo se puede decir porque todo está permitido. No hay que dañar a entidades divinas ni humanas. Es lo aconsejable y necesario. De hecho, ya has visto que algunos con frecuentes posturas inadecuadas han moderado su expresión. Ferisa, que, de alguna manera, ha sido el chivo expiatorio, ahora cuestiona, pero no ofende. De algunos y algunas de los demás, pues "pecata minuta". Así está bien, todo parece funcionar perfectamente y yo llevo días sin apretar la banderita roja.
Nada tengo que decir de que no creáis en Dios, ni tampoco en los "marcianos". Allá vosotros. En el tiempo, las circunstancias os harán cambiar y algunos lo haréis voluntariamente; otros, a la fuerza. Pero, vuestra no creencia, no os permite ofender los sentimientos de los que sí creemos en el Supremo Creador y le veneramos con amor profundo. Debéis respetarlo a Él y a nosotros. No pido más y no lo hago desde una postura clerical, sino como discípulo de Cristo, al que llevo en mi corazón. En cuanto a las demás instituciones, todos conocéis las Leyes y la ignorancia de las mismas, no exime. Es conveniente ser un buen ciudadano y cuestionar lo que se quiera, pero no insultar, despreciar o hacer mofa. Seréis mejores personas y es un bien para vosotros que no deberíais desdeñar. No se puede infringir a la ligera lo que el mandato constitucional contempla. Hacerlo, es un disparate que no conduce a ningún sitio y que puede hacer caer sobre los infractores todo el peso de la Ley humana, que está para respetarla, nos guste o no.
Tú, Andrés, dentro de esa coraza ruda con la que te recubres, tienes buenos sentimientos, yo lo sé y no me preguntes por qué. Los años, me han hecho conocer a las personas. Tú dijiste una vez que si alguien te decía que le molestaba algo de tus afirmaciones, dejarías de hacerlo. Ahora te lo pido, amigo: Saca la perla que llevas dentro, sigue utilizando tu lenguaje pintoresco, pero no vuelvas a blasfemar, injuriar, ni decir obscenidades. Si lo haces, con el tiempo te sentirás mejor por dentro y tal vez, en alguna ocasión, te acordarás del "terrorista" que hablaba de Ovnis y profecías sobre el fin del mundo, mientras apretaba la banderita roja de un insignificante Foro, con la sana intención de que la gente consiguiera ser mejor.
Mi tiempo se termina en este lugar de debate, segoviano servidor de Su Graciosa Majestad la Reina de Inglaterra. Entre tú yo, prefiero tu nick de "Indio", noble, valiente y salvaje. Por cierto, te estuve esperando en la gran pradera, entre tu poblado y el mío, con mi arco y mis flechas, pero no apareciste. Tal vez pensaste que no merecía la pena, y podíamos volver a fumar la pipa de la paz. Siempre te recordaré.
Que el buen rollo te acompañe.
Llevo muy mal las injurias contra personas valerosas que sólo hacen que cumplir con su deber, incluso sacrificando sus vidas por los demás en muchas ocasiones. Mi posición no es muy fácil de sostener, por mis prejuicios morales y espirituales, pero tomé una decisión firme y no pienso volverme atrás, salvo que la cordura vuelva a algunos que la han perdido y dejen de dar la tabarra. Sólo pido eso: Libertad toda, pero sin creer que todo se puede decir porque todo está permitido. No hay que dañar a entidades divinas ni humanas. Es lo aconsejable y necesario. De hecho, ya has visto que algunos con frecuentes posturas inadecuadas han moderado su expresión. Ferisa, que, de alguna manera, ha sido el chivo expiatorio, ahora cuestiona, pero no ofende. De algunos y algunas de los demás, pues "pecata minuta". Así está bien, todo parece funcionar perfectamente y yo llevo días sin apretar la banderita roja.
Nada tengo que decir de que no creáis en Dios, ni tampoco en los "marcianos". Allá vosotros. En el tiempo, las circunstancias os harán cambiar y algunos lo haréis voluntariamente; otros, a la fuerza. Pero, vuestra no creencia, no os permite ofender los sentimientos de los que sí creemos en el Supremo Creador y le veneramos con amor profundo. Debéis respetarlo a Él y a nosotros. No pido más y no lo hago desde una postura clerical, sino como discípulo de Cristo, al que llevo en mi corazón. En cuanto a las demás instituciones, todos conocéis las Leyes y la ignorancia de las mismas, no exime. Es conveniente ser un buen ciudadano y cuestionar lo que se quiera, pero no insultar, despreciar o hacer mofa. Seréis mejores personas y es un bien para vosotros que no deberíais desdeñar. No se puede infringir a la ligera lo que el mandato constitucional contempla. Hacerlo, es un disparate que no conduce a ningún sitio y que puede hacer caer sobre los infractores todo el peso de la Ley humana, que está para respetarla, nos guste o no.
Tú, Andrés, dentro de esa coraza ruda con la que te recubres, tienes buenos sentimientos, yo lo sé y no me preguntes por qué. Los años, me han hecho conocer a las personas. Tú dijiste una vez que si alguien te decía que le molestaba algo de tus afirmaciones, dejarías de hacerlo. Ahora te lo pido, amigo: Saca la perla que llevas dentro, sigue utilizando tu lenguaje pintoresco, pero no vuelvas a blasfemar, injuriar, ni decir obscenidades. Si lo haces, con el tiempo te sentirás mejor por dentro y tal vez, en alguna ocasión, te acordarás del "terrorista" que hablaba de Ovnis y profecías sobre el fin del mundo, mientras apretaba la banderita roja de un insignificante Foro, con la sana intención de que la gente consiguiera ser mejor.
Mi tiempo se termina en este lugar de debate, segoviano servidor de Su Graciosa Majestad la Reina de Inglaterra. Entre tú yo, prefiero tu nick de "Indio", noble, valiente y salvaje. Por cierto, te estuve esperando en la gran pradera, entre tu poblado y el mío, con mi arco y mis flechas, pero no apareciste. Tal vez pensaste que no merecía la pena, y podíamos volver a fumar la pipa de la paz. Siempre te recordaré.
Que el buen rollo te acompañe.