MADRE.
De ese fértil jardín de tus entrañas
un clavel sonrosado te ha nacido,
y, mirándole en tus brazos recogido,
hoy te sientes feliz y realizada.
Pensando en el mañana le preguntas:
¿Qué futuro te espera, prenda mía?
Y quieres ver allá, en la lejanía,
una vida feliz y equilibrada.
Bellos son tus anhelos, como madre
que al hijo das amor sin pedir nada;
sin aspavientos, sin hablar, callada.
Sublime entrega desinteresada.
Plazalagua.
De ese fértil jardín de tus entrañas
un clavel sonrosado te ha nacido,
y, mirándole en tus brazos recogido,
hoy te sientes feliz y realizada.
Pensando en el mañana le preguntas:
¿Qué futuro te espera, prenda mía?
Y quieres ver allá, en la lejanía,
una vida feliz y equilibrada.
Bellos son tus anhelos, como madre
que al hijo das amor sin pedir nada;
sin aspavientos, sin hablar, callada.
Sublime entrega desinteresada.
Plazalagua.