FRANMA. En tiempos de la dictadura no podías decir que eras ateo, pero muchísima gente no creía en Dios. Ahora bien, había que guardar silencio y asistir a los actos religiosos domingos y fiestas de guardar. Creer, creer en Dios unos pocos, pero había que pisar la iglesia, de lo contrario estabas en el ojo del huracán: informes de la iglesia. Cierto que todo ha cambiado a mejor y cierto que muchos padres quieren la asignatura de Religión hasta que sus hijos hacen la primera comunión, después no quieren que su (s) hijos den clase de religión. Eso me cuentan.
Un saludo.
Un saludo.