El Gran manipulador. PAUL PRESTON.
>>>>>>>>>Al margen de sus conocimiento militar y político, hay, sin embargo, hay una cantidad enorme de información fidedigna que muestra incontestablemente a un Franco poco culto, y poco sofisticado, más bien, mediocre.
Al margen de su astucia en la política interior, quedaban pequeños al lado de su candidez en temas económicos. Franco era un hombre con escasa formación económica y pocos conocimientos científicos.
Algún dato-hecho.
Su fe infantil en “virguerías” mágicas que resolverían varios problemas concretos: un alquimista llamado Sarvapoldi Hammaralt, se presentó en Salamanca ofreciéndose a Franco para fabricar todo el oro que necesitara para ganar la guerra; siguiendo los consejos de su hermano Nicolás, Franco puso los laboratorios químicos de la Universidad de Salamanca a disposición de Hammaralt. A pesar de su desengaño con el alquimista, el carácter desesperado de las dificultades económicas parecía haber fomentado todavía más la credulidad de Franco.
A finales de 1939, geólogos deseosos de complacerle, le convencieron de que en España poseía enormes yacimientos de oro. En consecuencia autorizó e incluso acudió en persona a dirigir operaciones de extracción del metal en Extremadura. El31 de diciembre de 1939 en su discurso radiofónico de Noche vieja, cuando en país se sumía en un periodo de atroces privaciones, no pudo resistirse a declarar: “Tengo la satisfacción de anunciaros que España posee yacimientos de oro en cantidades enormes a las que nos despojaron, lo que nos presenta un porvenir plagado de agradables presagios”. El oro nunca se encontró.
A principios de 1940, poco después de los anuncios de los descubrimientos de los ficticios mineros, Franco declaró que España pronto sería autosuficiente en energía, y un país rico en la exportación de petróleo. La razón era, un falso petróleo sintético supuestamente inventado por un austriaco, Albert Elder von Filek que se había ganado la confianza de Franco y le había persuadido de que, mezclando agua con extractos de plantas y otros ingredientes secretos, el producto obtenido por destilación sería un combustible superior a la gasolina. Von Filek se había presentado como un partidario de la causa nacional que había sido encarcelado por los republicanos en Madrid durante la guerra. Afirmaba tener especuladores, ofertas de las grandes compañías petroleras del mundo para comprar su invento. Franco explicaba a José Felix de Lequerica con deleite, que la admiración que el “excautivo” Von Filek profesaba al caudillo era tal, que le cedía gratuitamente el invento. A Franco se le aseguró que los camiones de pescado del norte ya usaban esa gasolina, incluso su coche, lo avalaba el conductor. Faltaba ayuda sustanciosa para convertir el proyecto en realidad. Se concedió a Van Filek el uso de las aguas del río Jarama y las tierras de sus riberas, y el financiamiento necesario para erigir una fábrica. Se construyeron grandes tanques subterráneos para contener el petróleo que ahorraría a España ciento cincuenta millones de pesetas anuales en divisas. Al final, el fraude salió a la luz, y Von Filek y el chofer fueron encarcelados”
>>>>>>>>>Al margen de sus conocimiento militar y político, hay, sin embargo, hay una cantidad enorme de información fidedigna que muestra incontestablemente a un Franco poco culto, y poco sofisticado, más bien, mediocre.
Al margen de su astucia en la política interior, quedaban pequeños al lado de su candidez en temas económicos. Franco era un hombre con escasa formación económica y pocos conocimientos científicos.
Algún dato-hecho.
Su fe infantil en “virguerías” mágicas que resolverían varios problemas concretos: un alquimista llamado Sarvapoldi Hammaralt, se presentó en Salamanca ofreciéndose a Franco para fabricar todo el oro que necesitara para ganar la guerra; siguiendo los consejos de su hermano Nicolás, Franco puso los laboratorios químicos de la Universidad de Salamanca a disposición de Hammaralt. A pesar de su desengaño con el alquimista, el carácter desesperado de las dificultades económicas parecía haber fomentado todavía más la credulidad de Franco.
A finales de 1939, geólogos deseosos de complacerle, le convencieron de que en España poseía enormes yacimientos de oro. En consecuencia autorizó e incluso acudió en persona a dirigir operaciones de extracción del metal en Extremadura. El31 de diciembre de 1939 en su discurso radiofónico de Noche vieja, cuando en país se sumía en un periodo de atroces privaciones, no pudo resistirse a declarar: “Tengo la satisfacción de anunciaros que España posee yacimientos de oro en cantidades enormes a las que nos despojaron, lo que nos presenta un porvenir plagado de agradables presagios”. El oro nunca se encontró.
A principios de 1940, poco después de los anuncios de los descubrimientos de los ficticios mineros, Franco declaró que España pronto sería autosuficiente en energía, y un país rico en la exportación de petróleo. La razón era, un falso petróleo sintético supuestamente inventado por un austriaco, Albert Elder von Filek que se había ganado la confianza de Franco y le había persuadido de que, mezclando agua con extractos de plantas y otros ingredientes secretos, el producto obtenido por destilación sería un combustible superior a la gasolina. Von Filek se había presentado como un partidario de la causa nacional que había sido encarcelado por los republicanos en Madrid durante la guerra. Afirmaba tener especuladores, ofertas de las grandes compañías petroleras del mundo para comprar su invento. Franco explicaba a José Felix de Lequerica con deleite, que la admiración que el “excautivo” Von Filek profesaba al caudillo era tal, que le cedía gratuitamente el invento. A Franco se le aseguró que los camiones de pescado del norte ya usaban esa gasolina, incluso su coche, lo avalaba el conductor. Faltaba ayuda sustanciosa para convertir el proyecto en realidad. Se concedió a Van Filek el uso de las aguas del río Jarama y las tierras de sus riberas, y el financiamiento necesario para erigir una fábrica. Se construyeron grandes tanques subterráneos para contener el petróleo que ahorraría a España ciento cincuenta millones de pesetas anuales en divisas. Al final, el fraude salió a la luz, y Von Filek y el chofer fueron encarcelados”