En los dos bandos hubo rosas, claveles y jazmines...

El 4 de agosto de 1939, desde la cárcel madrileña de Ventas, Julia una de estas trece mujeres le escribiría a su madre “madre, madrecita, me voy a reunir con mi hermana y papá al otro mundo, pero ten presente que muero por persona honrada. Adiós, madre querida, adiós para siempre. Tu hija que ya jamás te podrá besar ni abrazar… Que no me lloréis. Que mi nombre no se borre de la historia.” Estas fueron las últimas palabras de Julia Conesa Conesa, una de “las trece rosas”.

En los dos bandos hubo rosas, claveles y jazmines
haber sin en alguna ocasión tiene la decencia de poner
algunas niñas del otro bando asesinadas por los suyos.